Victoria Herrero
Medicina preventiva
¿Has oído hablar del mucílago? Beneficios de esta fibra para la salud de los mayores
Podemos encontrarla en alimentos tan comunes como los limones, las legumbres o los higos
Bajo este nombre se esconde un tipo de fibra soluble que puede ser desconocida, pero que aporta numerosos nutrientes como parte de una dieta sana y equilibrada. Un elemento con aspecto viscoso que, pese a lo que muchos puedan pensar, se encuentra en multitud de alimentos de consumo diario, como pueden ser la borraja, las judías verdes, las almendras, los higos o los limones.
¿Cuáles son sus propiedades y beneficios nutricionales?
Este tipo de componente soluble se recomienda, sobre todo, en aquellos mayores que tienen el colesterol alto ya que ayuda creando una especie de gel que evita que este lípido pase por las arterias. Además, al ser una fibra resulta esencial en situaciones de estreñimiento, ya que favorece un normal tránsito intestinal. Precisamente, a través de los residuos fecales el cuerpo elimina muchas de las toxinas que no necesita y, en este caso, el mucílago puede convertirse en un aliado.
¿Y si se trata de un adulto con diabetes? Tomar algunos de los alimentos que contienen dicho elemento natural le vendrá bien a la hora de normalizar los niveles de azúcar en sangre. Además, el mucílago juega un papel importante gracias a su efecto favorable para disminuir las secreciones excesivas del páncreas.
Por otro lado, un alimento con alto contenido en mucílagos, como pueden ser las semillas de chía, resulta efectivo cuando se trata de desinflamar las mucosas. De ahí que, en ocasiones, se recurra a este compuesto como remedio casero si hay una situación de tos o picor de garganta debido a procesos catarrales.
Por si fuera poco, también tiene un efecto saciante, sobre todo cuando el mucílago entra en contacto con el agua ya que aumenta su volumen y dimensiones. Cuando esto ocurre, en el organismo se desencadena un efecto que hace que se tenga menos hambre. Una señal que recibe el cerebro para controlar entonces el apetito. Por tanto, dicha fibra resulta adecuada si lo que se busca es bajar algo de peso.
A nivel externo, una persona mayor también beneficiarse de todo lo bueno que tiene el mucílago cuando se emplea a modo de ungüento con propiedades emolientes para hidratar y cuidar la piel. Así pues, es aconsejable su uso tópico en casos de heridas, grietas cutáneas, úlceras, quemaduras o cortes.
Por último, también se puede tomar esa fibra soluble en forma de infusiones gracias que está presente en numerosas plantas. Es el caso de la malva, el aloe vera, el pensamiento, la ortiga, el malvavisco o la salvia.
Lo bueno de la fibra para los mayores
En este reportaje se ha puesto en valor una fibra natural que resulta beneficiosa para la salud de los mayores. Pero hay mucho más en este sentido. Así pues, en una dieta sana y equilibrada para la población de más edad, la fibra en general debe ser uno de sus componentes destacados. Pero, pese a estas bondades, como recuerdan desde el Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (@Codinma_DN), no se incluye tanto como debería dentro de una pauta alimenticia saludable.
Por ello, en la compra semanal de una persona mayor no deben faltar aquellos alimentos ricos tanto en fibra soluble como en fibra insoluble. Por ejemplo, en el primer caso encontramos la avena, las zanahorias, las ciruelas o las legumbres; mientras que en el segundo se puede hablar del repollo, los cereales o los guisantes, entre otros.
Por eso, para que estos mayores reciban un buen aporte de fibra deben seguir una sencilla regla matemática: un par de raciones diarias de verduras y hortalizas, tres de fruta, seis de cereales (mejor si son integrales), y cuatro porciones de legumbres cada siete días.
Y es que, como demuestra el ejemplo de los mucílagos, la fibra resulta un elemento indispensable para los mayores y su salud. Así, además de disminuir los niveles de glucosa y colesterol en la sangre, reduce el riesgo de padecer enfermedades de tipo coronario, es eficaz en casos de estreñimiento y puede ayudar a personas que padezcan sobrepeso.
De lo contrario, si en la alimentación diaria hay carencia de dicho componente vegetal, existe una mayor probabilidad de que se desarrollen enfermedades como la diabetes u otras patologías de tipo cardiovascular, como recuerdan desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (@CSIC). Por ello, como recomiendan estos expertos, el consumo de un adulto debe acercarse a unos 30 gramos por persona y día, es decir, aumentar por diez la ingesta actual que se hace en países europeos.