Mariola Báez
Medicina preventiva
Las relaciones sociales positivas, un factor clave para retrasar el envejecimiento
Son el tercer pilar, junto al ejercicio y una dieta equilibrada, para ralentizar la edad biológica
Así lo ha afirmado Mónica de la Fuente, Catedrática de Fisiología, durante el 61 Congreso Nacional organizado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatría) y la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología (SAGG). Si nos fijamos, es fácil observar que no todas las personas envejecemos de la misma manera. La genética juega un papel determinante en el desarrollo vital y el estado de salud, pero la experta hace hincapié en que también el estilo de vida que sigue cada individuo es determinante en la velocidad del proceso de envejecimiento.
¿Cómo afecta el ambiente social en el avance de la edad?
Mantener relaciones sociales positivas no solo favorece un mayor bienestar y un envejecimiento activo, sino que sus efectos beneficiosos van a contribuir, además, a mantener los sistemas endocrino, nervioso e inmunitario más saludables, frenando asi la aparición de enfermedades vinculadas al paso del tiempo.
Hay que tener en cuenta que el grupo de edad que más crece en casi todos los países desarrollados es el de las personas mayores de 60 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (@OMS_ es). El aumento de la esperanza de vida supone un gran éxito de la ciencia y la medicina, pero plantea nuevos retos a la hora de lograr que los adultos mayores tengan una vida plena. Las relaciones sociales y su participación activa en todos los ámbitos de la sociedad son un pilar básico para conseguirlo.
Basándose en distintos estudios e investigaciones, la doctora De la Fuente, explica que esas relaciones positivas mejoran parámetros indicadores de la velocidad de envejecimiento, como pueden ser el nivel de oxidación general del organismo o el grado de efectividad de nuestras defensas inmunitarias.
Si “el ambiente puede vencer a la genética”, está claro que los momentos que implican un contacto positivo con otras personas, como familiares, amigos o gente con la que compartas nuevas actividades (deportivas, lúdicas, voluntariado, nuevos estudios…), van a ser una medida eficaz para prolongar la juventud, independientemente de la edad “oficial”.