Victoria Herrero
Medicina preventiva
Nada de blanquearte los dientes sin control médico, puedes acabar perdiendo alguna pieza
La mejor prevención para tener una boca sana, y unos dientes blancos, es seguir una buena higiene
Todos queremos tener unos dientes perfectamente sanos y blancos. Y para ello, para tener una sonrisa de anuncio, lo mejor es que sigamos una serie de hábitos saludables entre los que se encuentran llevar una adecuada higiene bucal, evitar en la medida de lo posible aquellos alimentos que más manchan nuestros dientes, no abusar de los colutorios bucales, usar cepillos de dientes suaves para no dañar el esmalte y olvidarte para siempre del tabaco.
En esta lista de buenos propósitos no encontrarás nada de aplicarte en la boca remedios caseros, y peligrosos, ni tampoco recurrir, sin la supervisión de un profesional, a blanqueamientos dentales comprados en Internet en establecimientos de dudosa calidad y seguridad sanitaria. Y es que, según explican desde el grupo hospitalario Quirón (@quironsalud) puedes poner en riesgo la salud de tu boca si recurres a estos métodos. En los casos más graves incluso esa obsesión por tener unos dientes inmaculados (se denomina blancorexia) puede hacer que los pierdas.
La agresividad de algunos de los componentes de estos productos pueden, además, "quemar los tejidos blandos y provocar daños irreversibles en la estructura del diente, sobre todo en su vitalidad, además de dolores" recuerdan también desde el Consejo General de Dentistas de España (@CNSJ_Dentistas).
Dientes blancos, pero con garantía
Y es que esta operación para mejorar el aspecto exterior de tus dientes se debe hacer siempre por profesionales sanitarios cualificados. Serán ellos los que determinen el tratamiento más adecuado tras comprobar la salud real de tu boca. Eso sí, como recuerdan estos especialistas, se puede mejorar el color de unos dientes oscurecidos en 3 o 4 tonos, pero nada de "milagros" deslumbrantes.
Así, una vez comprobado que esa persona no tiene alguna patología o afección bucodental importante, se realiza una limpieza dental previa. A continuación, lo más común es usar un sistema de blanqueamiento en el que se aplica un gel de peróxido en la boca que se fija por medio de una lámpara de luz fría.
Este tratamiento se puede completar de forma autónoma en casa con la aplicación de una loción blanqueadora especial, recomendada por el dentista, por medio de unas férulas durante varias horas al día el tiempo que se estime oportuno. Una vez finalizado el tratamiento, el especialista aconsejará que se haga un tratamiento de mantenimiento cada año.