Teresa Rey
Medicina preventiva
¿Se puede dar la mononucleosis o enfermedad del beso en personas mayores?
Es una infección provocada por el virus de Epstein-Barr (VEB) y se contagia por la saliva
La mononucleosis es conocida también como la “enfermedad del beso”, básicamente porque se transmite por la saliva. Aunque se suele dar con más frecuencia en adolescentes o adultos jóvenes, lo cierto es que al ser una patología que se transmite por un virus cualquier persona está expuesta a la misma, incluidos los mayores.
Inflamación del bazo
El virus causante de este trastorno es el virus de Epstein-Barr (VEB). Como se contagia a través de la saliva, un beso no es la única forma de pegarlo. También al compartir un vaso o cubiertos de quien es portador del virus o a través de los estornudos o la tos.
¿Qué es lo que vamos a sentir si nos contagian la mononucleosis? Los síntomas son muy parecidos al de un resfriado común. Sentiremos fatiga, fiebre, dolor de garganta, debilidad, inflamación en los ganglios, pérdida del apetito y lo que le diferencia de un catarro, es la hinchazón del bazo y del hígado. Por esta última manifestación principalmente es por la que se detectará la enfermedad. Para completar el diagnóstico, se nos mandará hacer un análisis de sangre más específico.
Al ser este virus tan característico no hay manera de prevenirlo. La única manera eficaz de evitarlo es no permanecer cerca de quien lo tiene o tratar de no compartir nada con él.
Como calmar los síntomas
Al tratarse de un virus no se puede tratar con antibióticos, por lo que las medidas que hay que adoptar son las siguientes:
- Descansar, para que la fatiga desaparezca y porque dormir es bueno para mantener unas buenas defensas.
- El dolor de garganta se puede calmar con caramelos destinados a tal fin, usando remedios naturales o fármacos. En caso de duda, nuestro médico puede orientarnos.
- Alimentarse de forma sana y beber mucha agua para no deshidratarse.
- Si hay fiebre, podemos disminuirla mediante el uso de analgésicos. También para calmar a las molestias en la garganta.
Es necesario vigilar la evolución de la enfermedad, a veces dura entre dos y cuatro semanas, y otras puede prolongarse durante meses. Con el tiempo pueden surgir complicaciones como el agrandamiento del bazo, por lo que el seguimiento médico es importante, aunque los expertos aseguran que no esta circunstancia no es habitual.