Victoria Herrero
Medicina preventiva
Terapias con animales, caricias que curan
Interactuar con un animal reporta beneficios en el plano físico, emocional, relacional y cognitivo
Los animales son algo más que fieles compañeros. Así, desde hace tiempo se ha trabajado en la inclusión de mascotas como parte de terapias asistidas donde se potencia la estimulación sensorial, cognitiva y emocional de aquellas personas que lo necesitan. Así lo recogen desde la Fundación Affinity. "Con un perro de terapia trabajamos en los pacientes sobre cuatro áreas o algunas de ellas: física, queremos que se muevan; cognitiva, trabajaríamos sobre su memoria; emocional, necesitamos que afloren sus emociones, sus sentimientos; y por último relacional, la motivación que tengan para relacionarse con su entorno".
Se trata de un recurso social y de prevención muy importante para el caso de pacientes que tengan dichas dificultades. Así, tras el contacto e interacción con estos animales se observan avances en el propio bienestar y calidad de vida de esas personas. Y todo con el simple gesto de cepillarles el pelo, acariciarlos o acompañarlos a dar un paseo.
Como se ha explicado antes, este tipo de terapias asistidas con mascotas persiguen un fin último curativo, y para ello se emplea y refuerza ese vínculo que se establece entre la persona y el animal como parte de todo el proceso. Este tratamiento se traduce en beneficios tanto a nivel psicológico como físico o emocional.
Beneficios psicológicos de estas terapias
En el caso de pacientes con alzhéimer, el contacto con estos animales hace que aumente su realidad, mermada por ser una enfermedad neurodegenerativa; dolencias que, en muchas ocasiones, vienen acompañadas de cuadros de depresión o ansiedad. Por ello, estas terapias actúan como un bálsamo para recuperar ese estado de ánimo gracias al cariño y afectividad que le demuestran estos amigos de cuatro patas, incluso llegando a sacarles alguna sonrisa.
Además, muchos de los usuarios de estas terapias adolecen de estimulación, por lo que con solo el movimiento de estos animales se logra atraer su interés y atención; al tiempo que ayudan con esos estímulos. Y es que obviamente la mayoría de los animales que se emplean en estos programas asistenciales son sociables; de ahí que favorezcan la socialización de estos pacientes, así como las relaciones interpersonales con su entorno.
Mejoras físicas
Aun hay más. En el caso de los beneficios físicos que aportan estas terapias asistidas con animales podemos destacar el hecho de que solo el mero hecho de pasear a estas mascotas es ya una acción más que positiva para estas personas, pues puede provocar mejoría en su psicomotricidad, ven reducidos sus niveles de tensión arterial y se encuentran más relajados, lo que favorece luego el descanso nocturno.