Victoria Herrero
Medicina preventiva
Según como sea tu tipo de piel es aconsejable que tomes estos alimentos para cuidarla
Una piel sana y cuidada debe mucho a la alimentación que llevemos diariamente
Si nuestra alimentación es un desastre eso se verá reflejado en nuestro aspecto. Pero no nos referimos solo a un aumento de peso, sino que lo comemos guarda mucha relación con nuestra piel. Así, hay alimentos que ayudan a cuidar y proteger el órgano más grande que tenemos y, por otro lado, hay productos totalmente desaconsejados en este caso.
El secreto de una piel sana está en la alimentación y la adopción de un estilo de vida saludable. De esta manera, como explican desde la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (@pielsana_aedv), no solo la protegeremos y cuidaremos sino que actuará como medida preventiva para enfermedades como la psoriasis o la dermatitis atópica, entre otras. "Fundamentalmente, nuestro cuidado diario de la piel debe responder a tres pilares básicos: la hidratación, ingerir alimentos saludables y tener una eliminación correcta de las toxinas”, defienden estos expertos.
A cada tipo de piel su alimentación
Piel seca
Este tipo de dermis tiene como características principales su falta de elasticidad y luminosidad. Además, las personas con este tipo de piel la suelen notar como tirante y áspera y para mejorarla lo mejor es fijarte en lo que comes. Así, este tipo de pieles tan sensibles y delicadas necesitan productos como el aguacate gracias a su contenido en ácidos grasos Omega 3 o los frutos rojos que debido a su poder antioxidante y sus vitaminas son muy recomendados para este tipo de piel.
Además, para aportar una dosis de hidratación a estas dermis apagadas, lo mejor es tomar alimentos ricos en vitamina B2 presente, como apuntan desde la Fundación Española de Corazón (@cuidarcorazon), en pescados, frutos secos o vegetales verdes.
Piel grasa
En ocasiones hemos escuchado que las pieles con tendencia grasa no deberían abusar en su dieta de alimentos como harinas refinadas, mantequillas, embutidos o carnes procesadas. Y es que esta lista no ayuda a mejorar una piel con exceso de sebo que hace que aparezcan los incómodos granos o brillos.
Por el contrario, para asegurar la salud de este tipo de dermis hay que eliminar toxinas y en tu compra semanal no pueden faltar la piña, las zanahorias o las alcachofas (con poder diurético). Además, es una buena idea condimentar tus platos con romero, albahaca o tomillo que actúan como agentes antiinflamatorios en lugar de tanta sal.
Piel normal
Si tienes la suerte de tener una piel equilibrada y sin imperfecciones tu dermis es normal. Sin embargo, no por ello vas a dejar de cuidarla. Los alimentos más recomendados en tu caso son los tomates y las naranjas que le darán un plus de energía.
¿Cómo cuidar la piel madura?
Las pieles maduras, además de los cuidados espectíficos de cada tipología de dermis, también necesitan protección. Así, la mejor dieta en este caso es contar con alimentos que ayuden a que no haya una mayor pérdida de elasticidad, favorezcan la producción de colágeno o eviten la inflamación. Por ello, el mejor menú para este tipo de dermis tendrá frutos secos, proteínas magras y pescados como el salmón.