Victoria Herrero
Medicina preventiva
Apenas uno de cada diez casos de disfunción eréctil tiene un origen psicológico
El origen de esta impotencia masculina se debe en muchos casos a una mala salud cardiovascular
La impotencia masculina o disfunción eréctil es la incapacidad, más o menos persistente, de lograr mantener una erección para conseguir una relación sexual satisfactoria. Pese a que no es una enfermedad como tal, esta afección de los vasos sanguíneos y los nervios que facilitan el correcto funcionamiento del pene en esos momentos de excitación puede llegar a afectar no solo al hombre como persona sino a nivel de pareja.
Origen psicológico
Hablamos de un problema frecuente que tiene varias causas y entre ellas solo en 1 de cada 10 casos corresponde a malas pasadas de nuestra mente. Es decir, solo en esa baja proporción, la disfunción eréctil responde a una cuestión psicológica, tal y como apuntan desde el hospital Nisa 9 de Octubre de Valencia (@vithasvalencia).
En este caso, el pene es la respuesta más evidente de una situación de ansiedad (ese miedo a no estar a la altura en esa relación sexual), problemas sentimentales o incluso como consencuencia de estar viviendo momentos de estrés. Todo esto hace que ese hombre entre en un círculo vicioso en su cabeza: cuántas más vueltas le da al problema y más se "empeña" en lograr una erección, más aumenta su ansiedad con lo que resulta más difícil que la erección aparezca de forma espontánea.
Para estos casos, lo mejor es atreverse a hablar de su impotencia tanto con su pareja como con especialistas (sexólogos o psicólogos) para poner remedio a esta disfunción eréctil por causas psicológicas.
La principal causa, una mala salud cardiovascular
Además del componente mental, las causas detrás de esta falta de rigidez del pene durante el acto sexual son muchas más y sobre todo atañen a otros temas de salud con los que guarda relación: tabaquismo, diabetes, obesidad, sedentarismo o hipertensión.
En definitiva, las patologías cardiovasculares representan el origen más importante en estos casos; sobre todo para esa población mayor de 50 años que es el colectivo de población más afectado por disfunción eréctil. A partir de esta edad y hasta los 70 años, aproximadamente, un 30% de los hombres sufren algún tipo de disfunción eréctil más o menos leve o más severa.
La principal medida que los hombres deben tener en cuenta para evitar la aparición de la disfunción eréctil es la modificación del estilo de vida, cuando se deba a causas físicas. Así, nada de fumar o consumir alcohol, desterrar todo lo que tenga que ver con una vida sedentaria o estresante y llevar una alimentación saludable olvidándonos de las grasas saturadas.
Una prevención no solo para mejorar sus relaciones sexuales, sino para favorecer su salud en general ya que según un estudio del Hospital San Raffaele en Milán (@SanRaffaeleMI) aquellos hombres que sufren esta impotencia sexual presentan un mayor riesgo de sufrir un accidente coronario como el infarto de miocardio. De ahí la necesidad de cuidarse.