Mariola Báez
Medicina preventiva
¿Las personas mayores deben vacunarse contra la tos ferina?
Estos últimos años, se observa un repunte de esta enfermedad que afecta a las vías respiratorias
La tos ferina es una infección provocada por la bacteria bordetella pertussis, especialmente grave en los bebés menores de 6 meses, pero que también resulta peligrosa en adultos mayores que pueden presentar algún problema de tipo respiratorio.
Como explica la Asociación Española de Vacunología (@AEV_Vacunas), la infección afecta al conjunto del tracto respiratorio y atraviesa distintas fases. En un primer momento, puede confundirse con un resfriado común pero a medida que la enfermedad evoluciona, la tos se vuelve más intensa y difícil de controlar, haciendo que los “pitidos” al respirar y la sensación de ahogo sean cada vez más frecuentes. Este ataque de tos puede acabar frecuentemente en vómitos.
La tos ferina es altamente contagiosa y aunque las campañas de vacunación llevadas a cabo durante décadas, han hecho que su incidencia se haya visto reducida en nuestro país de manera notable, no es una enfermedad erradicada de Europa. Estudios llevados a cabo en los últimos años indican un preocupante repunte de la enfermedad en la población mayor de 50 años y también entre aquellos que han superado los 65.
¿Cómo es la vacuna de la tosferina?
Esta es una vacuna combinada, cuyos antígenos se aplican al mismo tiempo que los que previenen la difteria y el tétanos (vacuna trivalente dTpa). Se administra en la infancia, según el calendario de vacunación del Sistema Nacional de Salud (@sanidadgob) y las recomendaciones de cada comunidad autónoma, por lo que puede decirse que la enfermedad está bajo control, aunque en el adulto mayor pueden ser necesarias dosis de refuerzo.
Expertos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria) señalan que en las personas mayores esta enfermedad puede presentar síntomas atípicos y ser considerada una tos persistente "normal" que solo requiere algún jarabe o medicamento similar. En estos casos, se produce un infradiagnóstico que puede resultar peligroso, tanto para la persona que sufre la infección, como para quienes lo rodean, sobre todo si en la casa hay un niño menor de un año.
Las dosis de la vacuna dependen de las que te administraron en la infancia. Antes de proceder a ponerla, es fundamental revisar la cartilla de vacunación. En la etapa adulta, en mayoría de los casos, una dosis de recuerdo de la vacuna trivalente (si fuiste correctamente vacunado de pequeño) es suficiente para estar protegido frente al tétanos, la difteria y la tos ferina. Confirmar que no se sufre alergia a los componentes de la vacuna es importante para evitar reacciones adversas.