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Luis Gómez, el jefe de anestesiología en el Hospital General de Alicante, nunca pensó que acabaría salvando la vida de su propia madre.
Todo comenzó en marzo de 2020. "Mi madre me llamó por teléfono para avisarme de que ella y mi padre se encontraban mal. Y como yo soy el médico de la familia, pues siempre me llaman primero a mí. En aquel momento ya se había anunciado algún caso de Covid-19 en España, pero eran muy aislados y no pensé que se tratara de eso. En ese momento no caí que mi sobrino acababa de volver de un viaje a Italia", contaba en una entrevista a Telecinco recogida por El Caso.
Al principio, como todos, el médico pensó que se trataba de una gripe, pero al poco tiempo también desarrolló síntomas, cayó su saturación de oxígeno y desarrolló una neumonía. En ese momento, se dio cuenta que no era normal e ingresó en el hospital.
También lo hizo su madre que empeoró al poco tiempo. "Pasaron tres días y a mí estaban a punto de darme el alta para irme a casa, pero ella no mejoraba. Así que pedí a mis compañeros que no me dieran el alta, porque como no podía haber acompañantes con los pacientes covid, era mi única oportunidad de seguir a su lado para atenderla y cuidarla", cuenta.
El destino quiso que el doctor Luis Gómez, jefe de anestesiología del Hospital General de Alicante, acabara ingresado por covid junto a su madre. Cuando a ella se le paró el corazón, él, que estaba en la cama de al lado, consiguió reanimarla
— Informativos Telecinco (@informativost5) January 28, 2021
Por @GusMaesohttps://t.co/q0W6go2akb
"Al cuarto día de ingreso de mi madre, ella se puso muy mal de manera muy súbita. Comprobé que tenía la saturación de oxígeno muy baja y avisé a los compañeros de enfermería, que llegaron rápidamente con algunos otros médicos. Yo era el que tenía más años de experiencia en manejar vía aérea y en tratar a pacientes en situación crítica. Entonces mi madre dejó de respirar y yo asumí el control de la situación", prosigue.
Así que Luis entubó a su propia madre, cuyo corazón se paró y tuvo que reanimarla. Tras 20 minutos, su corazón volvió a latir. "Dejadme que siga dando yo el masaje porque es lo último que voy a hacer por mi madre", recuerda Luis que les decía a sus compañeros cuando le querían dar el relevo.
"Entonces, la bajaron a la UCI y yo no pude acompañarla, porque como era un paciente covid tenía que permanecer aislado en mi habitación", continúa.
Finalmente, la mujer estuvo 56 días ingresada y ahora se encuentra en perfecto estado de salud. "Yo tenía que contagiarme de covid para poder estar al lado de mi madre en el momento que más lo necesitaba... Si yo hubiera estado sano y no hubiera estado junto a ella en ese preciso momento mi madre hubiera fallecido", añade. "Mamá, tú me diste la vida, pero yo te la he devuelto, así que estamos en paz", concluye.