Todas las modas son cíclicas, siempre vuelven. Lo vintage está ahí desde hace mucho tiempo y llegó para quedarse. Ahora le toca el turno a las sandalias con grandes plataformas que se lucían en los años 90. Las mujeres estaban encantadas con ganar unos cuantos centímetros de altura y los médicos de aquel entonces no veían ningún problema en ello. Pero el tiempo pasa y hoy hay quien se hace cruces ante este calzado.
Según puede leerse en un reportaje titulado ‘Doctors warn fashionistas to stay away from platform sandals’ y publicado por The New York Post se hace eco de que la modelo Suki Waterhouse compartió en su cuenta de Instagram una fotografía luciendo unas sandalias de Simon Miller con plataformas de diez centímetros y de la reacción de la podóloga Hillary Brenner al declarar "definitivamente, manténganse alejadas de ellas”.
Y es que, en principio este revival está comenzando a imponerse, lo cierto es que puede implicar más de un problema para la salud. La suelas de las plataformas se desgastan más que otras y en consecuencia hacen que el cuerpo pierda estabilidad al caminar a causa de su rigidez lo cual puede producir esguinces de tobillo. De hecho, la doctora Brenner asegura que "nueve de cada diez" pacientes que calzan este tipo de sandalia llegan a su consulta con con torceduras de tobillo.
Por ello, para la especialista lo mejor es renunciar a las plataformas en favor de suelas más flexibles, como las de las zapatillas de deporte, que permiten cambiar el peso del talón al tercio anterior del pie al caminar.
"Una buena costumbre es asegurarse de poder doblar un zapato ligeramente con las manos", aconseja antes de recordar que las lesiones de tobillo pueden afectar a otras partes del cuerpo porque “al no estar con la alineación adecuada, con el tiempo se puede generar una gran tensión en la espalda”.
