Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorSegún datos de la Sociedad Española de Neurología, más de un 90% de la población ha sufrido en alguna ocasión algún episodio de dolor de cabeza. Éste puede ser de dos tipos: primario o secundario, en función de si se detecta un problema de salud como causa originaria. Normalmente el 90-95 por ciento de todas las cefaleas es primaria, y las más frecuentes son la migraña y la cefalea de tensión, indica la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria).
La migraña es una crisis o ataque de 4 a 72 horas de duración, de dolor pulsátil, que afecta a la mitad del cráneo, junto a síntomas como náuseas, vómitos, intolerancia a la luz y ruidos. A medida que aumenta la edad, su frecuencia disminuye y se sufren menos episodios de cefaleas con “aura”. La edad de inicio se sitúa entre los 15 y 30 años, afectando a edades productivas entre los 22 y 55 años, observándose de manera excepcional durante la senectud indica la Sociedad Andaluza de Neurología (@Neurologia_And). En algunas personas, por el contrario, a partir de los 50 años aparecen las auras aisladamente, sin cefalea.
Mientras que la cefalea tensional afecta a la zona comprendida entre las sienes, como una estrecha franja, y se extiende hasta el cuello. Se produce después de haber trabajado extensamente en posición forzada o después de varias horas de conducción, o en momentos de estrés o ansiedad. En las personas mayores la frecuencia es similar a la de la población general y suelen ceder mediante la relajación, el sueño y ansiolíticos.
Entre los mayores también puede darse una cefalea por abuso de medicación. Uno de los principales problemas es el elevado porcentaje de pacientes que no consultan por su dolor de cabeza y se automedican con fármacos de libre dispensación, sin el consiguiente control médico. El tratamiento inadecuado de los ataques es uno de los principales factores de riesgo de cronificación del dolor, además de ser el causante de este tipo de cefalea.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología, en España, entre un 1 y un 2% de la población sufre cefalea por abuso de medicación. Pero, además, un 5% de la población sufre cefalea de forma crónica, es decir experimenta dolor de cabeza más de 15 días al mes.
Además, las personas mayores también pueden sufrir neuralgias, que son cefaleas unilaterales que afectan al nervio trigémino. Puede aparecer espontáneamente y produce un dolor intenso e incapacitante, que responde mal a los analgésicos convencionales. Aparece en mayores de 50 años, y es más frecuente en mujeres.
Es importante acudir al médico o neurólogo, seguir estrictamente sus consejos y tomar la medicación en las dosis prescritas, así como no tomar medicamentos con codeína y cafeína por la elevada tendencia a la cronificación de la cefalea. Normalmente, cada tipo de cefalea requiere un tratamiento específico. Además, pueden resultar muy útiles las técnicas de relajación, dormir regularmente, y la psicoterapia.
National Migraine Center explica que el nivel de azúcar bajo en sangre es un potente desencadenante de dolor de cabeza y apunta a realizar comidas regulares y refrigerios saludables, entre ellas, para mantener estable el azúcar en la sangre. También recomienda hábitos de sueño regulares, evitar la cafeína, el alcohol o las pantallas antes de acostarse, así como asegurarnos de que el dormitorio está tranquilo y oscuro para mantener una buena higiene del sueño. Además, insiste en que muchas personan sufren de dolores de cabeza por uso excesivo de medicamentos, sobretodo los que tienen el hábito de tomar analgésicos con regularidad, porque cuando los niveles bajan, su cerebro lo interpreta como dolor.
En general, hay una combinación de desencadenantes que se van superponiendo. Si estamos pasando por un período de estrés, nos saltarnos las comidas, y vamos a dormir tarde es más probable que nos duela la cabeza. Es decir, uno de estos factores desencadenantes no es suficiente en sí mismo para causar dolor de cabeza, pero la combinación de varios de ellos sí. Dormir las horas suficientes, seguir una alimentación equilibrada, mantenerse hidratado, hacer ejercicio y mantener la calma son actos actos básicos de autocuidado que pueden ayudarnos a mantenernos libres de dolor de cabeza.