María Liébana
Salud
Miomatosis uterina: la causa más común de tumores pélvicos en mujeres
En su mayoría son benignos, asintomáticos y tienden a disminuir de tamaño con la menopausia
La miomatosis uterina es la causa más común de tumores pélvicos sólidos en mujeres, y hace referencia, precisamente, a la presencia de miomas en el útero.
Qué es un mioma
Los miomas uterinos (también denominados leiomiomas o fibromas) son tumores uterinos benignos, que forman masas anormales de tejido muscular liso (tejido fibroso, colágeno y a veces depósito de calcio) y se localizan en la zona del útero. Son benignos porque en la inmensa mayoría de los casos no existe riesgo de que formen metástasis o de que reaparezcan.
Los miomas en el útero son los tumores no cancerosos más frecuentes del aparato reproductor femenino. El 70% de las mujeres han desarrollado como mínimo un mioma a la edad de 45 años, y son más frecuentes en mujeres con sobrepeso. Muchos de estos miomas son de pequeño tamaño y no causan síntomas. Sin embargo, una gran parte de mujeres (sobre todo de origen caucásico y africano) acaban desarrollando miomas que producen síntomas.
Uno de los síntomas que puede causar la presencia de miomas esel dolor, que puede llegar a ser agudo. A menudo, también causan un sangrado uterino anormal, haciendolo muy abundante. También hay casos de presión pelviana, problemas urinarios e intestinales y complicaciones del embarazo.
A veces, los miomas aparecen en el ligamento ancho (intraligamentarios), en las trompas uterinas o en el cuello. Estos miomas se originan de las células de músculo liso que existen en el miometrio o pared del útero. En la mayoría de los casos son múltiples, pero ocasionalmente pueden ser únicos.
Se suelen dividir en tres categorías, según su localización: subserosos, intramurales y submucosos. Aproximadamente el 55% de los miomas son subserosos, un 40% son intramurales y un 5% son submucosos.
Origen del mioma
La causa exacta de los miomas uterinos no está bien establecida. Pero hay evidencias que sugieren que requieren de los estrógenos para su crecimiento, y lo denominan tumor estrógeno-dependiente. Por este motivo tienden a agrandarse durante los años reproductivos y a disminuir de tamaño después de la menopausia. El factor hereditario también puede influenciar la aparición de los miomas uterinos, pero de forma ocasional.
Diagnóstico y tratamiento
Lo más habitual es que se diagnostique a través de un examen pelviano, ecografía u otro tipo de diagnóstico por imágenes.
El tratamiento solo es necesario si los miomas causan problemas, si son asintomáticos no se suelen tratar. En el tratamiento habitual se prescriben fármacos para controlar estos síntomas, pero a menudo se requiere un tratamiento de tipo quirúrgico para destruir los miomas y aliviar así los síntomas - o facilitar el parto.
El tipo de cirugía que pueden emplearse para el tratamiento quirúrgico de los miomas varía según su localización, sintomatología, tamaño y deseos de preservar fertilidad o menstruación que tenga la paciente. Sin embargo, hay que tener presente que existe la probabilidad de que nuevos miomas vuelvan a aparecer tras la cirugía.