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Investigadores del CIBEROBN y la Universitat Rovira i Virgili (URV), junto a investigadores de la Universidad de Toronto, han publicado en American Journal of Clinical Nutrition las evidencias científicas más recientes sobre el posible papel que juegan los frutos secos en la prevención de la diabetes apuntando que no se puede demostrar una relación en esta asociación.
Para llevar a cabo el trabajo, la Unidad de Nutrición de la URV-IISPV ha realizado una revisión sistemática y meta-análisis (estudio que aporta el máximo nivel de evidencia científica ya que sintetiza todos los resultados publicados hasta el momento sobre un tema concreto) sobre la relación entre el consumo de frutos secos y el riesgo de padecer diabetes.
La evidencia que se tiene hasta el momento sobre el posible papel que juegan los frutos secos en la prevención de la diabetes proviene de lo que se denominan estudios epidemiológicos observacionales, los cuales son contradictorios y no permiten esclarecer si de verdad existe una asociación entre el consumo de este tipo de alimento y el riesgo de padecer diabetes.
Por lo tanto, y con el objetivo de sintetizar la evidencia científica que existe hasta el momento, los investigadores realizaron una búsqueda exhaustiva para identificar todos los artículos publicados en este ámbito, seleccionando ocho estudios internacionales.
Los resultados principales mostraron que no existe asociación entre el consumo de frutos secos totales, sus distintos subtipos (nueces, almendras, avellanas, cacahuetes) y la diabetes. No obstante, parece ser que las personas que consumen mayor cantidad de crema de cacahuete presentan un menor riesgo de padecer esta enfermedad, en comparación con aquellos que consumen menos.
En cuanto al consumo de nueces, los resultados obtenidos también van en esta línea, si bien, tal y como han explicado los investigadores, solamente se identificó un estudio longitudinal y, por lo tanto, no se puedo realizar ningún meta-análisis al respecto.
Asimismo, los resultados obtenidos para la crema de cacahuete provienen únicamente de dos estudios llevados a cabo en mujeres americanas, donde el consumo de este tipo de fruto seco es mucho mayor al resto. Este menor consumo, puede hacer más difícil observar una asociación con la diabetes para los otros tipos de frutos secos.
Limitaciones a nivel estadístico
Esa falta de asociación entre el consumo de frutos secos y la diabetes puede deberse a limitaciones a nivel estadístico de los estudios incluidos en la presente revisión sistemática y meta-análisis. Se ha demostrado que los frutos secos, a pesar de su alto contenido calórico, no incrementan el peso corporal e incluso generan más saciedad.
De hecho, los investigadores de la Unidad de Nutrición observaron que cuando los resultados de los estudios incorporados en el meta-análisis provenían de los modelos estadísticos que no tenían en cuenta el índice de masa corporal en sus ajustes, los frutos secos (nueces, almendras, avellanas, pistachos) se asociaban a un menor riesgo de desarrollar diabetes.
No obstante, ensayos clínicos han demostrado que los frutos secos mejoran marcadores del metabolismo de la glucosa, y mejoran el control de la diabetes en aquellos que la padecen, por lo tanto, se necesitan estudios de intervención a larga escala y durante un tiempo de seguimiento largo para poder determinar si los frutos secos juegan algún papel en la prevención de esta enfermedad.