La muerte cardiovascular, la gran olvidada de la pandemia

El Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cardiología (SEC @secardiologia), que este año se celebró de manera virtual entre el 28 y el 31 de octubre, quiso poner de manifiesto que, en el momento que se celebraba este gran evento dedicado a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares ya habían fallecido 120.859 personas por enfermedad cardiovascular, frente a las 35.298 que habían perdido la vida tras infectarse del coronavirus.

Y es que la pandemia del coronavirus ha concentrado los esfuerzos de los sanitarios hasta tal punto que otras patologías parece que han quedado relegadas a segundo plano. De hecho un estudio de la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) muestra que el Covid-19 ha tenido un gran impacto sobre la letalidad por infarto agudo de miocardio, multiplicándose por dos los fallecimientos intrahospitalarios durante la pandemia frente al periodo previo a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.

En el congreso también se quiso poner en valor el trabajo de la enfermera especialista en cardiología, y más en el contexto de la pandemia. Así Silvia Pérez-Ortega, presidenta Asociación Española de Enfermería en cardiología (AEEC @AEEC_enfcardio), aseguró que a consecuencia de la pandemia por la COVID-19, en muchos centros fue necesario contar con enfermeras noveles en este ámbito, “poniendo en riesgo su salud tanto física como mental, ya que la situación requería un nivel de exigencia muy elevado”.

Para reivindicar la figura de estas profesionales, Pérez-Ortega aseguró que durante la pandemia las enfermeras de cuidados críticos cardiovasculares “hemos jugado con ventaja, por decirlo de algún modo, ya que la experiencia con dispositivos de asistencia ventricular ha sido de gran utilidad ante la incorporación de los dispositivos de oxigenación por membrana extracorpórea para pacientes muy críticos, con deterioro respiratorio o cardiorespiratorio refractario a otros tratamientos”. Así, estos meses de crisis sanitaria ha sido imprescindible tener enfermeras especializadas en este campo, con habilidad en el manejo de dispositivos y de cuidado al paciente crítico.

Como interlocutor frente a las diferentes administraciones, la SEC ha tenido un papel relevante en la elaboración y difusión del "Manifiesto COVID-19", recientemente presentado, en el que se solicita una mayor consideración al conocimiento que pueden aportar las sociedades científicas para facilitar las tomas de decisiones que requieran condicionantes sanitarios.