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El Consejo General de Colegios de Farmacéuticos se suma este año a la celebración del Día Mundial de la Mujer con la publicación de un análisis sobre las diferencias que existen entre hombres y mujeres en el riesgo de sufrir reacciones adversas a medicamentos. Su objetivo es informar y sensibilizar tanto a profesionales sanitarios como a la sociedad civil sobre las diferencias de sexo y género en salud.
En concreto, las mujeres tienen un mayor riesgo, entre 1,5 y 1,7 veces superior, de sufrir reacciones adversas a los medicamentos ya que las diferencias biológicas que existen entre hombres y mujeres como, por ejemplo, el peso o la distribución de la grasa corporal, afectan a la liberación, absorción, distribución, metabolismo y excreción de los medicamentos, generando diferente respuesta a los tratamientos.
Concienciar sobre las diferencias en salud por sexo y género.
— Consejo General Colegios Farmacéuticos (@Farmaceuticos_) March 7, 2024
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La administración de medicamentos no acostumbra a realizarse teniendo presente estas diferencias y ajustando los tratamientos por mg/kg por lo que con frecuencia las mujeres reciben dosis más altas. Además, la mujer de peso promedio tiene un mayor porcentaje de grasa corporal que el hombre, lo que afecta a la distribución de algunos medicamentos.
Otra de las razones por las que el riesgo de reacciones adversas es mayor en mujeres es la diferencia por sexos en la actividad de algunas enzimas y en la tasa de filtración glomerular.
Las diferencias por sexo y las dosis
El análisis insta a los profesionales sanitarios a tener en cuenta estas diferencias por sexo y ajustar la dosis especialmente en algunos medicamentos de uso común como las estatinas, los antibióticos, las benzodiacepinas, los antihistamínicos o los antipsicóticos, la aspirina, los betabloqueantes, el hierro, o los tratamientos para la insuficiencia cardiaca como la digoxina o los conocidos como IECA y ARA II.
En concreto, el estudio recuerda, entre otras cuestiones, que las estatinas generan más riesgo de mialgias y diabetes en mujeres que en hombres; que las mujeres presentan una disminución en el aclaramiento plasmático de algunos antibióticos, como las cefalosporinas y aminoglucósidos; y que la aspirina proporciona más beneficio a las mujeres que a los hombres en la prevención de accidentes cerebrovasculares isquémicos.
Además, las mujeres son más sensibles a los opiáceos y benzodiacepinas y debe reducirse por tanto su dosis para evitar dependencia y adicción; tienen más riesgo de somnolencia por antihistamínicos; metabolizan más lentamente los betabloqueantes; su absorción del hierro es mucho mayor que la del hombre; eliminan peor el metotrexato, las tiazidas y la gabapentina y los antipsicóticos y requieren menores dosis de IECA y ARA II.