Manuela Martín
Salud
¡No puedo con mi cuerpo! ¿Tendré cansancio o anemia?
El cansancio puede tener múltiples causas. No asumas que si estás cansado tienes anemia
En ocasiones pensamos que estamos simplemente cansados o fatigados por llevar una vida muy ajetreada, pero puede ser que estemos sufriendo una anemia, o viceversa. Saber las diferencias existentes entre una u otra es importante y como siempre, si sospechas que puedes tener anemia, nuestro consejo es que acudas al médico para que este lo evalúe y tome las medidas oportunas.
El cansancio o fatiga tiene como principal característica la sensación de agotamiento o apatía para realizar cualquier actividad física o mental. Cuando estamos cansados no tenemos energía o motivación para llevar a cabo cosas de nuestro día a día.
Si no llevamos unos hábitos de vida saludables y vivimos numerosas situaciones de estrés, es probable que nos sintamos fatigados y cansados.
Por su parte, la anemia es una carencia de glóbulos rojos sanos para transportar el oxígeno a todo el cuerpo. Si desciende, nuestro cuerpo no recibe los nutrientes que necesita para realizar eficazmente todas sus funciones y, por lo tanto, nos sentiremos cansados y débiles.
Existen distintos tipos de anemia, pero la más común es la causada por falta de hierro debido a una alimentación desequilibrada o por pérdidas de sangre. Las personas mayores también pueden sufrir anemias por falta de ácido fólico o vitamina B12.
Aunque la fatiga o cansancio puede ser uno de los primeros síntomas de anemia, existen otras manifestaciones que nos indicarán que sufrimos anemia tales como la caída del pelo, palidez cutánea, taquicardias, dificultad para respirar o mareos, entre otros. Aunque puede ser que tengamos anemia sin síntomas.
El cansancio o la fatiga puede tener muchas causas además de la anemia, con lo cual, no asumas que si estás cansado debes estar anémico.
La anemia por falta de hierro suele ocurrir en mujeres embarazadas, menstruación, úlceras, cáncer o el uso regular de analgésicos de venta libre.
Hay algunos factores que nos exponen a padecer anemia como son:
- Una alimentación baja en hierro, vitamina B-12 y folato.
- Problemas intestinales que afecten a la absorción de nutrientes tales como la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca.
- Aquellas personas con cáncer, insuficiencia renal, diabetes u otra afección crónica.
- Antecedentes familiares de anemia crónica.
- La edad.
¿Cómo podemos prevenir la anemia?
La mejor forma de prevenirlo es con una buena alimentación que incluya una variedad de vitaminas y minerales entre los que deben incluirse:
- Hierro: lentejas, carne, verdura de hoja verde oscura o frutos secos.
- Folato: pan, cereales, pasta, arroz, verduras de hojas verdes oscura, frutas, etc.
- Vitamina B12: carne, lácteos, soja, etc.
- Vitamina C: frutas, pimientos, brócoli, tomates, melones y fresas.