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Investigadores estadounidenses avanzan en el estudio de la artrósis de rodilla desarrollando un nuevo análisis de sangre más eficaz que los procedimientos anteriores, según publican los investigadores en la revista 'Science Advances'.
Recordemos que la artrosis es una enfermedad degenerativa articular que provoca la destrucción del cartílago que recubre los huesos. Esta enfermedad carece en la actualidad de tratamientos eficaces para su tratamiento y resulta complicado pronosticar su avance.
Los pacientes con artrosis varían ampliamente en cuanto a las tasas de progresión de la enfermedad: algunos muestran signos tempranos de daño articular, otros empeoran hasta el punto de necesitar un reemplazo de rodilla en unos pocos años, mientras que otros nunca llegan a ese punto.
El estudio en profundidad
En el estudio preliminar, los investigadores usaron biomarcadores basados en sangre, logrando superar a todos los métodos de predicción convencionales para la progresión de la artrosis.
Un problema que se encontraron los investigadores era la dificultad para seleccionar a los pacientes adecuados para la elaboración de los ensayos clínicos. "Es el dilema del huevo y la gallina. En un futuro inmediato, esta nueva prueba ayudará a identificar a las personas con alto riesgo de enfermedad progresiva (aquellas que probablemente presenten tanto dolor como un empeoramiento del daño identificado en las radiografías) que deberían participar en ensayos clínicos. Entonces podremos saber si una terapia es beneficiosa", señala Virginia Byers Kraus, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke (Estados Unidos) y autora principal del estudio.
Según la muestra de 596 personas con artrosis de rodilla de leve a moderada, el panel de biomarcadores distinguió al 73% que mostraron un empeoramiento sustancial durante el periodo de cuatro años de seguimiento clínico, mientras que un tratamiento convencional de predicción determinó que este porcentaje era del 59%.
Analizando más allá los datos, un 10% de los afectados eran hombres y un 13% de mujeres, todos ellos mayores de 60 años, y a día de hoy es una de los principales motivos de discapacidad.
Alrededor de un tercio de los miembros de la cohorte no mostraron dolor ni progresión radiográfica, otro tercio presentó progresión para ambos y alrededor de 100 desarrollaron uno pero no el otro.
"Además de ser más preciso, este nuevo biomarcador tiene la ventaja adicional de ser una prueba basada en sangre", añadió Kraus, "La sangre es una muestra biológica de fácil acceso, lo que la convierte en una forma importante de identificar a las personas para la inscripción en ensayos clínicos y a las que más necesitan tratamiento".