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El número de notificaciones de desabastecimiento de fármacos ha pasado de 137 a 1.650 en diez años, o lo que es lo mismo, se ha multiplicado por 12, según datos de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS). Normalmente existe la alternativa de adquirir medicamentos con el mismo principio activo, dosis y presentación, pero no siempre ocurre así, pudiéndose convertir en un serio problema de salud. De hecho, en ocasiones el Ministerio de Sanidad tiene que comprar fuera, a un precio superior al fijado hasta entonces, fármacos que han dejado de comercializarse en nuestro país.
Adrenalina: un ejemplo preocupante
Según la AEMPS, las principales causas de este desabastecimiento de medicamentos son los problemas en el proceso de producción y la subestimación de la demanda por parte del laboratorio. Pero hay casos que podrían responder a los intereses de la industria farmacéutica.
Un ejemplo muy ilustrativo es el de la adrenalina, un medicamento que resulta vital para tratar las reacciones alérgicas graves. En 2018, un año después de que el Ministerio de Sanidad rebajara un 15% el precio del autoinyectable de 300 mcg, el laboratorio ALK Abelló suspendió su comercialización en España. Como consecuencia de ello, Sanidad tiene que importarlo como medicamento extranjero, cuando en realidad se fabrica en España. Y no es el único caso.
Para tratar de eliminar este tipo de situaciones, hace unos meses se modificó el Real Decreto que regula la autorización y registro de medicamentos de uso humano fabricados industrialmente, el cual, entre otras cosas, obliga a los laboratorios a mantener la comercialización de un fármaco cuando no pueda ser sustituido por otro en el mercado. Pero a juicio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) son necesarias más acciones que aseguren la efectividad de esta medida.
OCU urge acciones a las autoridades
Ante esta situación, la OCU demanda:
- Al Ministerio de Sanidad, que tal y como propuso en su día, incremente el importe de la sanción cuando se incumpla el Real Dectreto. Actualmente, el límite máximo es de 1 millón de euros, una cantidad sin efecto disuasorio real para los grandes laboratorios farmacéuticos.
- A la AEMPS, mayor transparencia en la información que publica en su web. Hoy por hoy los pacientes ignoran en la mayor parte de los casos el motivo y el tiempo durante el cual su medicamento dejará de estar disponible.
- A la Unión Europea, que investigue las causas detrás de los problemas de suministro de medicamentos que afectan de manera generalizada a los países miembros.
Además, esta organizacion considera que el impacto sanitario de los desabastecimientos debería tenerse en cuenta en las negociaciones del Convenio con Farmaindustria y la calificación otorgada en el programa Profarma.