El proyecto ‘La esencia de la memoria’, desarrollado por el equipo de Alva Cultural, con el patrocinio de la Fundación Divina Pastora, ha evidenciado, tras la celebración de los talleres con los enfermos de alzhéimer, la importancia que tiene el sentido del olfato y el arte para evocar recuerdos y rememorar sensaciones y experiencias vividas. Esta es una de las principales conclusiones del trabajo llevado a cabo por este equipo formado por Raquel Álvarez, licenciada en Historia del Arte, y Sagrario Álvarez, doctora en Psicología.
Con esta iniciativa se pretendía potenciar la memoria olfativa, a través de unas esencias creadas por Ernesto Ventós de la Colección Olor Visual, elaboradas por Lucta, y de las obras de arte de los artistas Carlos Saura, José Tapia, Prado Garijo, Saval y Zarva Barroso que pudieran ayudar a los enfermos a recrear imágenes. Para el proyecto se seleccionaron obras de arte de distintas temáticas, motivos y técnicas. Los talleres se han llevado a cabo con los usuarios de los centros de Valencia y Moncada de la Asociación de Familiares de Alzheimer de Valencia (AFAV).
Trabajar el olfato mediante diferentes esencias ha servido como puerta de entrada hacia la estimulación de la memoria, además como entrenamiento en la concentración y atención de la actividad. Estas esencias, junto con las obras pictóricas, también les han ayudado a evocar la memoria autobiográfica, la imaginación y el sentido del abstracto. Con todo ello, han sido capaces de hacer una interpretación de las diferentes obras de arte expuestas y de realizar deducciones y conclusiones coherentes respecto a las mismas.
“Ha sido una experiencia muy positiva en la que estos enfermos de Alzheimer han estado trabajando diferentes capacidades cognitivas sin sentir que estaban haciendo un esfuerzo mental. Poder expresar e interpretar lo que para los participantes les ha comunicado una obra de arte ha sido muy gratificante”, destaca Sagrario Álvarez, doctora en Psicología.
‘La esencia de la memoria’ nació a raíz de una experiencia anterior vinculada a una exposición de arte. En aquella ocasión se invitaba a la gente que participaba en dicho taller a que se convirtieran en perfumistas. Los resultados obtenidos evidenciaban que las esencias con las que trabajaban les evocaban algún recuerdo o lugar de su infancia, así que, partiendo de esta premisa, se decidió trasladar la investigación a enfermos de Alzheimer para estimular su memoria sensitiva.
