Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorUno de los síntomas que tenemos que sufrir todas las mujeres son los que produce la menopausia, en especial los sofocos. Si ya estás cansada de ir con el abanico a todas parte, olvídate de él, al menos en invierno, y plántale cara a la menopausia con los remedios que mejor se ajusten a tus necesidades para mejorar tu calidad de vida.
Ya basta de pensar solo en los demás, guárdate tiempo para ti, la menopausia es una etapa de la vida en que hay que cuidarse. Los sofocos pueden producirse en cualquier momento del día, pero con más probabilidad en momentos de estrés. Ejercitar técnicas de reducción de estrés, como pueden ser el yoga, la meditación o simplemente salir a pasear y que te dé el aire y el sol, pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y, en consecuencia, la aparición de sofocos.
Siguiendo en la línea de cuidarse, quizá es el momento de dejar el tabaco pues es un hábito que además de no ser nada bueno para la salud, además agrava los efectos y la frecuencia de los sofocos.
Tener sobrepeso favorece la aparición, la frecuencia y la intensidad de los sofocos. Intenta vigilar el peso, no se trata de lanzarse a una dieta estricta que acabarás abandonando, sino de vigilar qué comes y en qué cantidad. Llevar una dieta equilibrada, con verduras, fruta fresca y la cantidad de proteínas adecuada te permitirá poder comer de todo, de manera racional, sin tener que renunciar a esos caprichos que tanto gustan.
Sabemos que el agua es buena y necesaria para el buen funcionamiento del organismo, pero, además, beber agua fría y rociarte la cara y las muñecas ayudará a refrescarte rápidamente cuando aparezca el sofoco. En función de la intensidad, puedes tomar una ducha fría para hacer bajar la temperatura corporal rápidamente. Y no olvides mantenerte siempre bien hidratada.
Se suele tener siempre a mano un abanico, pero un ventilador es mucho más cómodo y además reparte el aire por todo el cuerpo y la habitación, lo que te permitirá estar más fresca. Evalúa la posibilidad de poner por las noches un ventilador pequeño en la habitación que pueda funcionar a un nivel suave, que no haga ruido y que como beneficio pueda refrescar la habitación.
El cohosh negro es una de las hierbas más populares a la hora de tratar los sofocos y otros síntomas de la menopausia. Se puede adquirir en herboristerías y actúa uniéndose a los receptores de estrógenos y estimulando los receptores de serotonina. Al ser igualmente un suplemento, lo mejor es que consultes con tu médico para que te indique cómo tomarlo y si es lo más apropiado para ti.
La soja es rica en fitoestrógenos, una sustancia química que actúa en el cuerpo como los estrógenos. Al ingerir soja ingerimos estos fitoestrógenos, concretamente isoflavonas, que unen los receptores de estrógeno y pueden ayudar a reducir los sofocos.
Hay que perderle el miedo al tratamiento hormonal, es una solución muy eficaz para los sofocos y otros síntomas de la menopausia cuando estos se han convertido en un sinvivir. El tratamiento consiste en suplementar los estrógenos, en concreto hacer una terapia de reemplazo hormonal. Consulta con tu profesional de referencia y pídele consejo.
Cuando viene un sofoco y sabiendo qué es puedes entrar en una situación de pánico por lo molesto e incómodo que es. Ello solo llevará a acrecentar los síntomas. Intenta mantener la calma, busca una toalla húmeda y refréscate la cara, la nuca y las muñecas con el fin de bajar la temperatura corporal.
Cuéntale qué te ocurre, cómo son los sofocos y su intensidad. Te entenderá y podrá asesorarte sobre cuál es la mejor solución para llevarlos de la mejor manera posible y darte siempre el mejor consejo.