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El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Henri P. Kluge, ha avisado de que están aumentando los niveles de fatiga entre la población europea como consecuencia de la pandemia del coronavirus, la cual llegó al continente hace ya ocho meses.
"Los ciudadanos han hecho grandes esfuerzos para contener el Covid-19, el cual ha tenido un coste extraordinario porque nos ha agotado a todos, sin importar dónde vivimos o qué hacemos. Por ello, es fácil y natural sentise apático y desmotivado, experimentar fatiga", ha dicho Kluge en una rueda de prensa.
Aunque la fatiga se mide de diferentes maneras y los niveles varían según el país, ahora se estima que ha alcanzado a más del 60 por ciento de la población en algunos casos. Por ello, ha pedido a los países que conozcan la situación de su población e intenten satisfacer sus necesidades.
En este sentido, el director regional de la OMS para Europa ha recordado que el organismo ha trabajado con 27 países para obtener información sobre el estado psicológico de sus ciudadanos frente a la pandemia y que, incluso, muchos ya están recopilando información sobre el cumplimiento de las medidas implantadas para luchar contra el Covid-19.
Además, Kluge ha destacado la necesidad de que los países involucren en la lucha contra el coronavirus a expertos más allá de los sectores médico y de salud pública como, ejemplo, filósofos, historiadores, teólogos o científicos sociales.
Por otra parte, ha aconsejado fomentar la participación de los ciudadanos en las decisiones políticas. "Es fundamental que respondamos juntos y que las comunidades posean políticas de respuesta con las autoridades. La consulta, la participación y el reconocimiento de las dificultades a las que se enfrentan las personas son fundamentales si queremos tener políticas verdaderamente eficaces. La comunidad debe ser considerada un recurso, así como un destinatario o beneficiario", ha apostillado.
Finalmente, Kluge ha pedido a los países innovar en las medidas para permitir a la población tener vida social como, por ejemplo, la puesta en marcha de cines flotantes o cambiar los formatos de los eventos culturales. "Al equilibrar las necesidades científicas, sociales y políticas, podemos desarrollar medidas de precaución que sean culturalmente aceptadas", ha señalado, para zanjar avisando de que "el Covid-19 insta a ir más allá de la ciencia biomédica en la respuesta".