Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLos electrodomésticos, teléfonos móviles y ordenadores forman parte de nuestra rutina diaria, sin embargo son transmisores de ondas electromagnéticas, que son aquellas que se propagan sin necesitar un medio material. ¿Cómo nos afectan?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre el 5% y el 10% de la población es electro sensible y por consecuencia padece insomnio, irritabilidad o fatiga, pero bajo supervisión médica hay una solución. Además, la evidencia científica demuestra que debemos estar expuestos a las ondas electromagnéticas en alto grado y con una frecuencia muy elevada para que generen un daño a la salud. Por lo general, las ondas están diseñadas para no causar ningún tipo de enfermedad grave, ni lesión craneal.
La tecnología 5G permitirá desarrollar el Internet de las cosas, en el que los aparatos electrónicos estarán conectados entre sí. Aunque su despliegue masivo en España todavía queda algo lejos, en breve ya se podrán contratar planes de datos 5G con varios operadores en muchas ciudades. Un estudio publicado el mes de febrero por la OMS especifica que dado que la tecnología 5G se encuentra en una etapa temprana de implementación, los estudios sobre la exposición a los campos de radiofrecuencia aún está bajo investigación. A lo que añaden que "hasta la fecha, y después de muchas investigaciones, no se ha detectado ningún efecto adverso para la salud relacionado causalmente con la exposición a tecnologías inalámbricas". Para, finalmente, explicar que se están desarrollando muchas más investigaciones al respecto para conocer a fondo cualquier riesgo para la salud que exposición a radiofrecuencias pueda ocasionar, y se publicarán los resultados en 2022.
Por el momento, hay pequeños hábitos que podemos tener en cuenta en nuestro día a día. Por ejemplo, una persona que utiliza el teléfono móvil a una distancia entre treinta y cuarenta centímetros de su cuerpo —al escribir mensajes de texto, navegar por internet o cuando usa un dispositivo “manos libres”— estará mucho menos expuesta a campos de radiofrecuencia que quienes lo utilizan acercando el aparato a su cabeza. Además, utilizar mecanismos que permiten mantener el teléfono separado de la cabeza y el cuerpo durante la llamada reducen el nivel de exposición. También, el empleo del teléfono en zonas con una buena recepción conlleva una reducción del nivel de exposición, ya que de ese modo el aparato transmite a una potencia menor.
Al igual que la radio y la televisión, que también transmiten ondas, el teléfono móvil es completamente seguro al margen de la cantidad de horas que se esté expuesto a las ondas. Aunque, un uso excesivo de las pantallas si es causante de fatiga en la vista y posibles dolores de cabeza. Por ello, se aconseja descansar cada hora o cuando se tienen los primeros síntomas de fatiga.
Desde la Sociedad Española del Síndrome de Sensibilidad Central aconsejan cambiar dentro de lo posible las fuentes de radiación del entorno doméstico: teléfono inalámbrico, especialmente en los dormitorios, sustituir las redes Wifi por cables (ethernet), y no exponerse a radiaciones ambientales de antenas y sistemas de comunicación, estando lo más alejado posible.