Todos hemos sufrido de episodios de picor que nos han llevado a rascarnos la zona afectada como si no hubiera un mañana y en alguna ocasión hasta lesionarnos la piel. Hay picores muy intensos que se asocian a diferentes enfermedades de la piel, alergias o urticarias, para las que nuestro médico nos pautará un tratamiento, pero hay otros picores que aparecen de manera repentina que demandan nuestra atención de manera urgente que no responden, aparentemente, a ninguna enfermedad. ¿Qué hay que hacer en estos casos? ¿Rascarse o no rascarse? La respuesta es siempre un NO rotundo.
Para poder aliviar de manera temporal y urgente la sensación repentina de picor sin que recurramos a rascarnos, lo que podría lesionar la piel y a la vez potenciar el picor, podemos tomar algunas medidas:
- Una de las mejores medidas para aliviar un episodio de prurito es darse una ducha con agua tibia usando un poco de jabón suave. También si se dispone de bañera, un baño de 10 minutos con avena. Tras el baño o la ducha es necesario enjuagarse bien, secar bien la piel, sin frotar, con pequeños toques con la toalla. Una vez seca la piel, se puede aplicar una loción calmante, hipoalergénica, que suavizará y refrescará la piel.
- Otra medida para frenar un episodio de prurito es aplicar unas compresas de agua fría sobre la zona afectada.
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El estrés es muy amigo del picor. Hay que evitar las situaciones que producen estrés y nerviosismo pues incide directamente sobre el sistema nervioso que controla la picazón. Practicar yoga, meditación o realizar terapias que modifican el comportamiento ante ciertas situaciones puede ayudar a prevenir los episodios de picor no asociados a enfermedades de la piel. Reducir el consumo de bebidas estimulantes como el café o el té pueden ayudar.
- Hay que evitar el exceso de calor y de humedad.
- A la hora de vestirse es preferible usar ropas ligeras, a ser posible de algodón que y que no queden muy ajustada. De esta manera la piel se mantendrá más fresca y reduciremos el picor. Esto también sirve para la ropa de cama. Además, es recomendable lavar la ropa con jabones suaves, evitar el suavizante y los perfumes.
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NO rascarse. Cuando tenemos picores, rascarse produce una sensación de alivio inmediato, en ocasiones es casi de placer, pero es poco duradero. Este alivio, se produce porque al rascarnos distraemos el cerebro durante unos instantes del picor. No obstante, ese placer semidoloroso que obtenemos al rascarnos libera sustancias como la serotonina, de ahí la sensación de placer, que acaba provocando que aparezca de nuevo más picor, incluso que este sea aún más intenso para tener más necesidad de rascar y así obtener más placer. Ante un episodio de prurito lo mejor es realizar alguna actividad que pueda distraernos del picor.
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Hidratación diaria de la piel. Puedes utilizar crema hidratante, a ser posible, testada, hipoalergénica y libre de perfumes. Productos con una base de alcohol como son las colonias, los perfumes o el mismo alcohol, pueden producir una sensación de alivio inmediato, pero de corto plazo pues son productos agresivos que irritan y resecan la piel y que, además, pueden llegar a producir una reacción alérgica.
Es importante recordar que antes de tomar un antihistamínico o cualquier otra medicamento contra el picor, ya sean cremas, polvos o pastillas, es necesario consultar con el médico de cabecera pues la automedicación, además de agravar los síntomas, puede tener efectos negativos para la salud. Además, un mismo medicamento puede tener efectos distintos en diferentes personas.