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Un análisis de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) ha evidenciado que los pacientes con COVID-19 mantienen sus positivos durante un promedio de tres semanas, y que la repetición de pruebas en pacientes que inicialmente eran negativos muy rara vez conducía a un resultado positivo.
En su trabajo, publicado en la revista Infection Control & Hospital Epidemiology, los investigadores revisaron los resultados de más de 30.000 pruebas de COVID-19 realizadas a pacientes adultos. Las pruebas se realizaron entre el 3 de marzo y el 3 de mayo de 2020. De esas pruebas, 485 se repitieron al menos una vez.
Entre los 74 pacientes que inicialmente dieron positivo y fueron reexaminados, cerca de la mitad eran todavía positivos y la otra mitad eran negativos. El tiempo medio entre un positivo inicial y una repetición del positivo fue de 18 días, mientras que el tiempo medio entre un positivo inicial y una prueba negativa fue de 23 días, lo que sugiere que las pruebas de PCR pueden seguir siendo positivas hasta algún punto intermedio, alrededor de 21 días.
La razón más común de la repetición de las pruebas en alguien que inicialmente dio positivo fue determinar si era necesario continuar los protocolos de prevención de infecciones cuando el paciente fuera dado de alta.
De los 418 pacientes que inicialmente dieron negativo y se volvieron a hacer las pruebas, el 96,4 por ciento todavía eran negativos al volver a hacerlas. La detección asintomática preoperatoria fue la razón más común por la que se volvieron a realizar pruebas a los pacientes negativos, seguida de la sospecha clínica de que la primera prueba fue un falso negativo. Para los 15 pacientes que pasaron de negativo a positivo, la media de tiempo entre las pruebas fue de ocho días.
"Aunque nuestro análisis no puede proporcionar una guía clínica definitiva con respecto a la repetición de pruebas para COVID-19, sí señala varias áreas interesantes para una mayor investigación, como la identificación de predictores de falsos negativos iniciales y la provisión de una mejor estimación del tiempo que alguien que da positivo podría transmitir el virus a otros", explica la autora principal, Amy Kennedy.