Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLa gastroenteritis es una enfermedad bastante común que no afecta a todos por igual, aunque a grandes rasgos sus síntomas son el dolor abdominal, la diarrea, las náuseas y los vómitos y, en ocasiones, también la fiebre y el dolor de cabeza. Se trata de una inflamación o infección de origen infecciosa (por virus, bacterias y/o parásitos), por toxinas, fármacos o agentes químicos que afecta la pared interna (mucosa) del estómago y del intestino delgado.
Si hablamos de datos, la morbilidad de esta enfermedad está alrededor de los 300 y 400 casos al año en los países desarrollados con una mortalidad del 9%. En países en vías de desarrollo las cifras ascienden de manera desorbitada, siendo, según cifras ofrecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (@WHO), “las enfermedades diarreicas la segunda mayor causa de muerte de niños menores de cinco años”.
Cuando se trata de una causa vírica o bacteriana, la transmisión se produce debido a la contaminación de objetos (cubertería, vasos, platos…), comida y bebida a través de los agentes patógenos que se encuentran en las heces. Otra vía de transmisión es por contacto directo de una persona a otra.
Teniendo en cuenta que la transmisión de persona a persona es muy fácil, hay que extremar las medidas higiénicas, especialmente el lavado de manos frecuente de las personas afectadas, pero también de las que conviven con ella y su entorno.
Otra de las medidas preventivas que hay que tomar es lavar bien la fruta y la verdura ya que podrían estar contaminadas; así como tener precaución al ingerir huevo crudo que pudiera estar infectado de Salmonella, bacteria que produce la Salmonelosis, una forma de gastroenteritis.
En verano, la mayoría de las gastroenteritis suelen producirse durante los viajes por el consumo de agua no tratada, extraída de fuentes y pozos que pueden estar adulterados. En estos casos, lo más recomendables es beber agua embotellada y, para lavar los alimentos que no vayan a ser cocinados, hervirla previamente o esterilizarla con lejía (1 gota de lejía por litro de agua).
Los síntomas de la gastroenteritis no suelen durar muchos días, pero sí son molestos y pueden dejarte un poco fuera de juego. Si padeces un episodio leve de gastroenteritis, además de visitar a un profesional para que te dé un tratamiento a seguir y pueda descartar cualquier forma más grave de la enfermedad, estos consejos te ayudarán a hacer que los síntomas sean más llevaderos y a sentirte algo mejor:
Cuando la ingesta de comida sea bien tolerada, los alimentos que se pueden consumir cocinados a la plancha, al vapor, al horno o hervidos son: