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Amando Martín Zurro y Andreu Segura Benedicto, coordinadores de los grupos de trabajo que estaban elaborando el nuevo plan de reforma de la Atención Primaria, han presentado su dimisión, según ha confirmado el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco. El representante ministerial ha puntualizado, en cualquier caso, que la estrategia "sigue adelante" y "continúa sin ninguna duda".
Blanco ha realizado estas afirmaciones en la II Jornada de Atención Primaria del Grupo AP25 del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, que ha contado también con la presencia de los consejeros de Sanidad autonómicos de Extremadura, La Rioja, Galicia y País Vasco, que han debatido sobre la importancia de mejorar las prestaciones en este nivel asistencial, así como han realizado un análisis de su situación actual en sus respectivas CCAA.
Pese a estas dos dimisiones, Blanco ha defendido que el plan "está en una fase muy avanzada", y se ha comprometido a que se apruebe dentro de los plazos previstos, es decir, antes de la celebración de las elecciones generales del 28 de abril. "El plan de acción continúa sin ninguna duda pese a las dimisiones de los coordinadores, a los que agradezco su esfuerzo y su generosa dedicación. Han aportado lo mejor que tenían", ha comentado.
El secretario de Sanidad ha incidido en que el Ministerio "estaba obligado, porque era una deuda histórica", a poner freno a la situación que vive en la Atención Primaria, y para ello plantea, junto con el resto de agentes implicados (CCAA, profesionales, sindicatos y pacientes), una AP "equitativa y de calidad". "Hay que situarla donde se merece", ha añadido.
Blanco ha detallado que ya cuentan con un segundo documento de trabajo consensuado, y que van a seguir trabajando en este sentido con posteriores reuniones. "Seguimos haciendo avances en la Comisión de Recursos Humanos, por lo que no hay ninguna incertidumbre y todo sigue adelante. Hay que actuar inmediatamente, pero también sobre el medio y largo plazo. El plan tendrá medidas cuantificables y evaluables que sienten las bases del futuro", ha reiterado ante las preguntas de los periodistas.
Opinión contraria ha manifestado la consejera riojana, María Martín Díez de Baldeón (PP), quien ha mostrado su apoyo al plan pero "escuchando a los profesionales". "Las dimisiones me preocupan y mucho. Hubo muchas aportaciones de profesionales diciendo que el documento aún no está maduro. Las prisas no nos puedan llevar a un texto que no lleve a nada. El actual ni siquiera tiene memoria económica de impacto para las CCAA. Por favor, sensatez. Que la 'subasta electoral' no nos lleve a precipitarnos", ha criticado.
Blanco, en contraposición, ha apostado porque el plan "sea un documento de madurez", fruto del "impulso, trabajo y consenso" liderado desde el Ministerio pero con la aportación de todos los implicados. Sobre los detales del nuevo plan, ha avanzado la posible creación de una oficina de evaluación y seguimiento específica, de forma que se puedan ir incluyendo nuevas propuestas en el futuro "de forma proactiva". "Seamos atrevidos, no desperdiciemos esta oportunidad. El plan de acción no va a quedar en saco roto por parte del Ministerio", ha zanjado.
La crisis y los recortes
Sobre el 'diagnóstico' de la Atención Primaria en la actualidad, el consejero de Sanidad extremeño, José María Vergelés, ha señalado que "está dando síntomas de síndrome de fatiga". "Mi opinión es que las causas son acumuladas durante años de haberla dejado caer. Hemos sido capaces de, contra viento y marea, mantener una calidad adecuada para los ciudadanos, pero hemos vivido esta situación en silencio, como las hemorroides", ha valorado Vergelés, médico de Familia antes de su etapa como político.
En su opinión, la crisis económica y los recortes "cayeron sobre los hombros de los médicos de AP". Así, ha achacado el "desgaste" a la sobrecarga en la atención, una población cada vez más envejecida y al fenómeno de la 'medicalización', esto es, que todo se puede tratar en una consulta médica. Además, ha criticado la "mala planificación de profesionales".
"Ahora no tenemos médicos en los pueblos, sino que es la 'generación del Baby Boom' la que está ahí, pero están a punto de retirarse. Como no hemos invertido en generar una imagen positiva de AP, tenemos una crisis. En la universidad no se conoce lo que es la Atención Primaria, pero cuando se conoce se elige. También hay que mejorar las condiciones de trabajo", ha expuesto.
La consejera riojana, por su parte, ha señalado que "la falta de profesionales es lo más grave", lo que ha hecho "chirriar" el sistema sanitario. Asimismo, ha apostado por introducir indicadores de calidad y resultados en salud también en Atención Primaria, para "tomar decisiones con criterio y con datos". El consejero gallego, Jesús Vázquez Almuíña, ha coincidio en ese 'diagnóstico', pero ha recordado que "los períodos de crisis también pueden ser una oportunidad para transformar el sistema".
Llegar al 19,6% del presupuesto sanitario en 2025
Durante la jornada también se ha presentado la actualización del documento Atención Primaria 2025, elaborado por el Grupo de Trabajo de Atención Primaria de la Organización Médica Colegial (Grupo AP25), que presenta medidas para dotar a este nivel asistencia de recursos, mejor organización y gestión, y mejorar la práctica clínica.
Así, como ya se recogía en el mismo documento en su edición de 2017, se propone un avance del 0,1 por ciento sobre el PIB en el presupuesto sanitario público entre 2017 y 2015 para llegar a un 6,9 por ciento. Dentro de éste, además, un avance anual del 0,6 por ciento anual en la participación de la Atención Primaria, con el objetivo de llegar en una primera etapa hasta el 19,6 por ciento del presupuesto sanitario público en 2025 (1,35% del PIB).
"Sin una financiación adecuada, suficiente y equitativa de la Atención Primaria, no se podrá hacer frente a los grandes retos del SNS con eficiencia y calidad. Los médicos están al límite desde hace tiempo, trabajando en estas condiciones resulta imposible seguir manteniendo una atención sanitaria de calidad. Sin una AP resolutiva y eficiente, el SNS está en peligro", recoge el texto, donde se afirma que en España faltan 2.217 médicos de familia adicionales. El coste de la media podría suponer algo más de 100 millones de euros al año, según sus cálculos.
Igualmente, estiman que se va a producir una jubilación masiva de casi el 30 por ciento de la plantilla de médicos de los centros de salud en los próximos 10 años. Dentro de estas políticas de RRHH, piden "de forma urgente" fijar como máximo 1.500 pacientes por médico de AP, y avanzar hasta conseguir situar esta cifra en 1.200, con al menos diez minutos por paciente de media.