Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorViernes 9 de julio de 2021
ACTUALIZADO : Viernes 9 de julio de 2021 a las 10:11 H
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Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Australia del Sur, junto a expertos de la Universidad Nacional de Gyeongsang (Corea del Sur), ha aportado nuevas evidencias de que el consumo de carne roja aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas, ictus e, incluso, de padecer complicaciones de la diabetes.
“Cuando la carne roja se chamusca a alta temperaturas, como cuando se asa a la parrilla o se fríe, se crean unos llamados productos finales de glicación avanzada (AGE) que cuando se consumen pueden acumularse en el cuerpo e interferir con las funciones celulares normales”, han explicado los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista Nutrients.
Para llegar a esta conclusión el estudio realizó una comparación entre dos dietas, tras las cuales se pudo comparar los resultados. La primera dieta era rica en carnes rojas y granos procesados; la otra era rica en productos lácteos, nueces, legumbres y carnes blancas cocinadas al vapor, guisadas y estofadas.
Con ello se comprobó que las carnes rojas aumentaron significativamente los niveles de AGE, el compuesto de la parte quemada, lo que contribuye a la progresión de enfermedades cardiovasculares.
“Si bien todavía hay preguntar sobre cómo los AGE dietéticos están relacionados con las enfermedades crónicas, esta investigación muestra que comer carne roja alterará los niveles de AGE”, han explicado los expertos, para aconsejar a la población reducir el consumo de carne roja.
Toda carne que provenga de un mamífero se considera carne roja, pero hay excepciones. Aun así, existen las carnes blancas, las cuales presentan colores pálidos y provienen de aves, conejo y pescado. No todas las aves se pueden incluir ya que el pato y el ganso se consideran carnes rojas. Además, carnes como la del cordero o algunas partes del cerdo también se consideran carnes blancas.
Por su parte, si no especificamos de qué carne se trata, se entiende que pueden ser de ternera, vaca o buey.
Por todo ello la principal forma de diferenciarlas será a simple vista; si tiene un color rosado es carne roja. La razón de la coloración se debe a la mioglobina, un compuesto que en el pollo tiene un 0,05% de concentración, en cerdo y vaca un 0,1% y en vaca vieja un 0,2%.