Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorSon muchas las personas que utilizan a diario lentes de contacto. Según datos publicados en el Libro Blanco de la Visión en España por la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO), el Consejo General de Colegios de Ópticos Optometristas (CGCOO), el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) y Visión y Vida, se estima que, solo en España, cerca de 3 millones de personas, un 8% de entre 12 y 65 años, utilizan este tratamiento corrector de la visión, muy seguro, pero no exento de provocar alguna infección ocular. La queratitis (inflamación de la córnea), producida generalmente por la acanthamoeba, es la infección más frecuente, aunque hay otros factores que favorecen la aparición de infecciones:
Todo ello puede producir una sintomatología variada que se manifiesta principalmente por un enrojecimiento del ojo, acompañado de picor y en ocasiones dolor, secreciones oculares y lagrimeo, sensación de la presencia de un cuerpo extraño en el ojo, así como fotofobia y visión borrosa. Toda una serie de síntomas muy molestos que se agravan con rapidez si no se tratan de manera específica.
Además, algunas de estas infecciones oculares, en especial las producidas por la acanthamoeba, muy habitual y de difícil tratamiento, pueden provocar, en los casos graves, cicatrización de la córnea y requerir un trasplante debido a los problemas de visión. Por este motivo ante cualquier sospecha de infección es necesario acudir al oftalmólogo para que haga una revisión y pueda aplicar el tratamiento adecuada evitando ir a problemas mayores.
Si bien el uso de lentillas está cada vez más extendido no siempre en el tratamiento corrector más indicado, por ejemplo, en personas que:
Finalmente, hay que tener en cuenta que para evitar cualquier infección será necesario revisar periódicamente las lentes para detectar cualquier imperfección que pudiera producir un rasguño o la aparición de vasos sanguíneos en la córnea. Estas revisiones se harán en función del tipo de ojo, el problema que se presente y las necesidades visuales del portador. Y, sobre todo, evitar siempre adquirir lentillas cosméticas de colores o para disfraces en establecimientos no especializados, ya que no gozan de las supervisión de un oftalmólogo que pueda garantizar la seguridad de su uso.