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¿A quién no le gusta un buen bocadillo de salchichón? Pese a lo mucho que nos pueda apetecer, lo cierto es que este embutido no es la mejor opción. Y es que en 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), le situó en la lista negra. La decisión se basaba en la evaluación de decenas de estudios epidemiológicos por el Programa de Monografías de la entidad. Estos sugerían que los pequeños aumentos en el riesgo de varios tipos de cáncer podían estar asociados con un alto consumo de carne roja o carne procesada.
El estudio, tal y como explica El Español, reflejaba que ambos tipos de alimentos no estaban asociados en la misma medida al riesgo de cáncer; mientras que la carne roja fue clasificada como grupo 2A -probablemente cancerígena para los seres humanos-, la carne procesada fue adscrita al grupo 1, es decir, cancerígena.
El salchichón es, según la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), un embutido curado con un alto contenido en proteínas, fósforo, hierro, zinc y vitaminas B1, B2, B3 y B12, pese a que algunos especialistas rebaten que esto sea así.
Lo que lo convierte al salchichón en una carne procesada es cómo se elabora. En términos generales, se hace con carne magra de cerdo y algún contenido de tocino. Se condimenta con sal y algunas especias tales como pimienta, nuez moscada, clavo o cilantro. Toda esta masa picada se deja macerar durante unas veinticuatro horas y después se embute en intestino de vaca o cerdo -con un diámetro mayor que el que se utiliza para otros embutidos-, colgándolo para su curado, que puede ser al humo (ahumado) o simplemente secado al aire durante algunos días.
Lo ideal es un consumo muy ocasional
Respecto al valor nutricional, el salchichón es uno de los embutidos más calóricos, con 454 calorias por cada 100 gramos. El porcentaje de grasas del salchichón es, según el ejemplo de ANICE, de 38,1 gramos por cada 100, siendo esta otra característica que no lo hace un producto especialmente recomendable para su consumo habitual.
Según alertan varios dietistas, el salchichón es un producto insano", igual que cualquier otra carne procesada. Por ello, lo ideal sería que su consumo se limite a momentos ocasionales. La mayoría de ellos va, además, cargado de aditivos, por lo que es importante que las personas con alergias e intolerancias sean conscientes de ellos.