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El experto médico Julio Maset, del laboratorio farmacéutico Cinfa, asegura que las personas alérgicas deben comenzar a medicarse en cuanto se detecten los primeros síntomas y siempre bajo supervisión médica, de forma regular y en la dosis recomendada. Posponer el tratamiento puede conllevar la pérdida de eficacia.
Las alergias y la polinización
Las altas temperaturas en invierno y las recientes lluvias han adelantado la polinización y, con ello, las alergias derivadas de plantas y árboles.
La principal consecuencia para las personas alérgicas es que, ante este adelanto de la polinización, "se encuentran desprevenidas y padecen los síntomas de las alergias mucho antes", según detalla Julio Maset, quien advierte de que "hay personas alérgicas a dos o más pólenes".
Aunque el polen de plantas como las gramíneas resulta inofensivo para la mayoría de las personas, sí afecta al organismo de pacientes alérgicos, que "lo identifica como un agente invasor y libera sustancias como la histamina para defenderse". A través de este mecanismo, llegan los síntomas clásicos como los estornudos, secreción nasal acuosa, el picor de nariz y el lagrimeo.
Estas patologías, de no ser tratadas, pueden derivar en situaciones más graves, como el asma alérgica.
Además de los antihistamínicos, "la primera medida y la más eficaz contra la alergia es evitar el contacto con el alérgeno, en este caso, el polen", informa el experto.
Las peores horas para los alérgicos
Los expertos de Cinfa han elaborado una serie de recomendaciones para controlar estos síntomas.
Entre ellas, realizar actividades dentro de casa en los días de mayor concentración de polen, así como entre las cinco y las diez de la mañana y las siete y las diez de la noche. Estos son los tramos horarios que acumulan una mayor concentración de polen.
Para conocer los niveles de polen, desde Cinfa recomiendan consultar la web de la SEAIC u otros organismos oficiales, sobre todo de cara a reducir las actividades al aire libre en los días en los que haya mayor concentración.
Asimismo, precisan que en el caso concreto de la alergia al polen de gramíneas es importante recordar que no solo existen las especies cultivables, sino también las salvajes. Son muy abundantes en el campo, por lo que no se recomienda tumbarse en los espacios de césped.
Una de las herramientas para evitar la exposición al polen puede ser la mascarilla, siendo recomendable la tipo FPP2, así como el uso de gafas de sol, cerrar las ventanillas al viajar en coche y usar filtros de aire antipolen.
A su vez, se aconseja lavar el pelo y la ropa al llegar a casa de la calle y evitar tender ropa en el exterior, ya que son "un imán para el polen".
Por último, recuerdan que los medicamentos para la alergia no se deben mezclar con alcohol y que, ante cualquier duda, se debe consultar al farmacéutico.