Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorEl picor de espalda es muy frecuente y solo le damos importancia por lo molesto que puede ser en ocasiones. Sin embargo, en algunas personas puede llegar a ser incluso insoportable, tanto por la persistencia como por la intensidad, impidiendo realizar las tareas habituales o dificultando la conciliación del sueño.
También llamado prurito, es una sensación molesta e incómoda en la piel que produce la necesidad de rascarse en la zona afectada. Una de las zonas donde es más habitual que se produzca picor es la espalda ya que es una zona extensa de piel a la que no se accede con facilidad para aplicar los cuidados necesarios, como pueden ser la exfoliación, la hidratación o sencillamente llevar a cabo una exploración visual.
Aunque los episodios de picor pueden afectar a todas las edades en función de las características de la piel de cada persona, la sensibilidad, la tendencia a la sequedad, el ambiente, el contacto con animales o diferentes tipos de alergia, generalmente, es más habitual en los adultos mayores debido al envejecimiento y la deshidratación de la piel, además de la pérdida de elasticidad en los movimiento que dificulta el accesos a algunas zonas de la espalda para aplicar los cuidados necesarios.
Te contamos cuales son las principales causas del picor de espalda y cuáles son los signos que pueden indicar que el picor va más allá de una simple molestia y puede ser un síntoma de enfermedad.
De entre las razones que producen picor de espalda podemos destacar:
Hay que tener en cuenta que, aunque el picor de espalda es muy habitual, no suele estar siempre relacionado con una patología y, en la mayoría de los casos, aun siendo el picor insistente no se llega a determinar la causa concreta que lo provoca.
Habitualmente el picor de espada no tiene más importancia que la molestia que ocasiona, especialmente cuando no se alcanza la zona exacta del picor, y no requiere de una evaluación médica, solo con una inspección ocular se puede ver si existe alguna pequeña erupción, una irritación, la picadura de algún insecto o la piel está demasiado seca. No obstante, en ocasiones, sí puede ser una primera alerta de algún problema de tipo neurológico y, por esta razón y si los picores son tan molestos como para desarrollar las actividades cotidianas, es importante comentarlo con el médico, además de si: