María Liébana
La única dentadura que perdemos con el proceso vital de nuestro cuerpo es la de los dientes de leche
Cuando somos niños, los dientes de leche se caen por el empuje de los dientes permanentes, que ya están preparados para salir. Por eso, el diente de leche comienza a moverse hasta que se desprende.
Sin embargo, en la edad adulta, y a diferencia de lo que muchas personas piensan, los dientes no se caen por “causas naturales”. De hecho, los motivos más habituales por los que perdemos nuestros dientes permanentes son enfermedades bucales o traumatismos. De este modo, una persona podrá mantener su dentadura relativamente intacta toda su vida, siempre y cuando tenga una higiene bucodental correcta, visite al dentista asiduamente y cumpla las rutinas que le pauten. Aunque no lo vamos a negar, el factor suerte y la herencia genética juegan a su vez un papel clave.
Una vez explicado esto, queda claro que la única dentadura que perdemos de forma natural, es decir, como consecuencia del proceso vital de nuestro cuerpo, es la de los dientes de leche. A continuación, vamos a explicar las principales causas de que perdamos nuestros dientes una vez son permanentes.
Principales causas de la perdida de dientes
El traumatismo dental
Los dientes son más delicados de lo que podrían parecer. Sufrir un golpe en la boca puede romperlos, incluso arrancarlos directamente. Y puede ocurrir que, aunque no se rompan o caigan de forma inmediata, el golpe haya causado tanto daño que haya que acabar extrayéndolos.
Los traumatismos dentales no solo los provoca un golpe. También pueden ocurrir por un mal uso de los dientes (quién no los ha usado alguna vez para abrir, cortar o apretar algún objeto). Y es que a veces olvidamos que nuestra dentadura, por muy dura que parezca, está diseñada únicamente para ciertos usos -básicamente masticar. Además, también existen patologías cuyos orígenes no son bucales, como el bruxismo (generalmente creado por el estrés o la ansiedad), que pueden crearnos una presión excesiva en las piezas, provocando fracturas o pérdidas dentales.
Periodontitis
También llamada enfermedad de las encías, suele ser el resultado de una mala higiene bucal. La periodontitis es una grave infección de las encías que daña el tejido blando y que, sin tratamiento, puede destruir el hueso que sostiene los dientes, haciendo que los dientes se aflojen o que se pierdan. Aunque es muy es frecuente, puede prevenirse en con un correcto diagnostico.
Patologías agravadas
Algunas enfermedades crónicas como la diabetes, la osteomelitis o el cáncer, así como otras enfermedades de carácter autoinmune, pueden provocar que suframos una fulminante caída de nuestra dentadura.
Prevención y tratamiento
Para disfrutar de una saludable dentadura durante muchos años es esencial cepillarse los dientes por lo menos dos veces al día y usar hilo dental diariamente.
Así mismo, es muy importante que acudamos a nuestro dentista de forma regular, a poder ser dos veces al año. Gracias a estas visitas de control, conseguiremos evitar todas las enfermedades que podamos sufrir, o por el contrario, se podrán detectar en los estadios más primarios donde, mediante una buena actuación del profesional, se podrán combatir.