Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLa mayoría de las causas de la decoloración de los dientes se dividen en dos categorías principales: manchas extrínsecas e intrínsecas, que se forman debido a diferentes factores, muchas veces relacionados con nuestro estilo de vida. Pero el color amarillento también puede ser causado por una amplia gama de factores de salud, desde el uso de medicamentos hasta un cepillado inadecuado, tal y como nos recuerda el Consejo General de Dentistas.
Las manchas extrínsecas afectan la superficie del esmalte, que es la capa dura y más externa del diente; y son manchas, que generalmente se pueden eliminar o corregir. La causa número uno del color amarillento es el estilo de vida que llevamos, de forma que fumar, y beber café y té, por ejemplo, puede generar manchas en la superficie de los dientes. Como regla general, cualquier alimento o bebida que pueda manchar la ropa también puede crear manchas oscuras sobre la superficie de nuestros dientes. Pero sobre todo, no llevar a cabo una higiene bucal diaria correcta, ni realizar las limpiezas dentales profesionales regulares es lo que nos puede conducir a la acumulación de placa dental, lo que resulta en una mayor decoloración del esmalte.
Las manchas intrínsecas, sin embargo, son las que ocurren dentro de la estructura interna del diente, llamada dentina, y ello hace que sean más difíciles de eliminar. Estas pueden ser debidas a factores de salud. Numerosos medicamentos pueden causarlas: medicamentos relativamente comunes, como los antihistamínicos, los antipsicóticos o para la presión arterial pueden amarillear nuestros dientes, así como someternos a tratamientos de quimioterapia o radioterapia.
Además, otras causas de los dientes amarillentos incluyen la genética, la edad, las enfermedades y las lesiones. La genética es la razón por la que algunas personas tienen un esmalte dental naturalmente más brillante o grueso que otras. De este modo, podemos nacer con unos dientes que parecen más amarillos en comparación con los dientes de otras personas. En parte, puede ser por el grosor del esmalte dental, ya que si tenemos una capa más fina de esmalte, se verá el verdadero color de la dentina, que es naturalmente amarillenta. Además, a medida que envejecemos, la capa externa de esmalte se debilita y desgasta, lo que hace que los dientes parezcan más amarillos.
El rechinar de dientes, también conocido como bruxismo, puede ser causado por estrés, maloclusión (una mordida desalineada) o ciertas enfermedades que afectan los músculos. Con el tiempo, este rechinamiento puede provocar el adelgazamiento de la capa protectora de esmalte en las superficies de los dientes. Y eventualmente, esto hará que el esmalte se desgaste.
Lo más importante es mejorar la higiene dental cepillándonos los dientes después de cada comida. Además, una higiene oral completa incluye usar por lo menos una vez al día hilo dental, y usarlo correctamente. Se debe hacer entre todos los dientes hasta la base de la encía y antes del cepillado, para poder sacar los restos que después arrastraremos con el cepillo. Si su especialista lo considera, un colutorio con flúor –líquido con flúor para enjuague– ayudará a fortalecer el esmalte dental. También debemos acudir al higienista dental para una limpieza profesional una vez al año, así como los dientes cada 6 meses.
Si no estamos satisfechos con el color de nuestros dientes, podemos acudir a un dentista, quien nos explicará los tratamientos disponibles para recuperar una sonrisa más blanca y brillante. Una de las opciones es hacer un blanqueamiento dental, aunque sólo recomendable en cambios de color leves o moderados, y tiene sus limitaciones.