Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLas uñas, como el pelo, están formadas por capas de queratina, una proteína fibrosa que puede volverse frágil debido al estrés físico o químico diario. En este caso, se forman estrías a lo ancho o a lo largo de las uñas y éstas se vuelves quebradizas, lo que facilita su rotura, flexión o partición.
Las causas comunes por las que las uñas se rompen son:
-Humedad: la exposición prolongada al agua o la humedad puede hacer que la piel alrededor de la uña se ablande. La sobreexposición a la humedad puede ser al lavar los platos, o cuando lava las manos.
-Lesiones: una lesión puede ser una causa probable de una uña partida. Aplastarse la punta o la base de la uña puede hacer que crezca dividida. Las lesiones y el debilitamiento también pueden ocurrir con las uñas postizas.
-Infecciones: las infecciones por hongos y bacterias pueden cambiar la textura de las uñas, lo que resulta en uñas debilitadas y partidas.
-Psoriasis: la psoriasis puede afectar tanto a la piel como a las uñas. Se estima que hasta un 78% de las personas con psoriasis experimentan problemas en las uñas en algún momento.
-Enfermedades: ciertas enfermedades pueden hacer que la salud de las uñas se deteriore, como son los problemas de tiroides, del hígado, o cánceres de piel.
-Carencias nutricionales: cuando hay carencia de hierro los glóbulos rojos no pueden hacer su función correctamente por lo que no llegan suficientes nutrientes a las uñas. Igualmente, una falta de vitamina A, C, D, ácido fólico, o vitaminas del grupo B como la biotina y la B12 provocan fragilidad en las uñas, por mala formación de la queratina e hidratación de la misma.
-Esmalte: el esmalte de uñas y el quitaesmalte pueden contener productos químicos fuertes que si los usamos habitualmente pueden debilitar y secar nuestras uñas.
-Extrema sequedad: sobre todo en invierno debido al frío, calefacciones y la mayor sequedad ambiental. Igualmente, el polvo puede provocar sequedad extrema, así como el contacto con detergentes y productos químicos de limpieza del hogar.
A medida que envejecemos, las uñas se vuelven más delgadas y es más probable que se agrieten. Esto es más común en mujeres mayores de 60 años, pero también puede afectar a los hombres. En este caso debemos cuidar mejor de ellas siguiendo unas rutinas diarias:
-Antes de acostarnos, podemos aplicar una crema de urea o aceite mineral en las uñas y cutículas.
-Limemos con cuidado los bordes irregulares para que no produzcan más grietas.
-Evitemos los productos para uñas que contengan tolueno y formaldehído, dos productos químicos especialmente agresivos.
-Ahora que nos lavamos las manos con más frecuencia, es mejor usar jabones suaves y después de secarnos bien las manos para quitar la humendad, podemos aplicar una crema hidratante.
-Insistamos en el uso de guantes, tanto para ir por la calle y proteger las uñas y las manos de los factores ambientales, como en las labores del hogar para protegerlas del agua, jabones y otras sustancias químicas.
-Dejemos respirar las uñas por un tiempo sin pintarlas con esmaltes.
-Podemos tomar suplementos de vitamina B para ayudar a formar una queratina s de más calidad y así conseguir unas uñas fuertes.