Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLa lumbalgia se define como un dolor en la región lumbar localizado entre el límite inferior de las costillas y de las nalgas, cuya intensidad varía en función de las posturas y la actividad física de la persona, y suele acompañarse de una limitación dolorosa del movimiento. El 80% de la población presentará un dolor lumbar en algún momento de su vida, y la prevalencia de la lumbalgia puntual en la población adulta española es de 14,8%, tal y como indica la Sociedad Española de Reumatología (@SEReumatologia). La mayoría de las veces, la lumbalgia puntual se debe a posturas incorrectas o esfuerzos que solemos hacer sin darnos cuenta, así como algunos hábitos perjudiciales para nuestra salud. De forma que podemos aprender a modificarlos.
-Fumar. El tabaco provoca una hipoxia crónica en el organismo al disminuir el calibre de los vasos sanguíneos, lo que supone una disminución del aporte de oxígeno a los tejidos; por ello, los fumadores son más propensos a presentar dolor lumbar que las personas que nunca han fumado. Además se ha demostrado que el tabaco aumenta el riesgo de osteoporosis.
-El estrés y la ansiedad. El estrés, la aniedad y la depresión son estados que aumentan la tensión sobre la musculatura de la espalda y agravan el dolor. Los cambios cerebrales producidos por las emociones pueden dificultar la regulación del sistema de control del dolor, y una persona muy nerviosa puede hacer contracturas musculares sin darse cuenta, lo que puede llevar a una sobrecarga muscular.
-Sentarse mal. La forma correcta de sentarnos en una silla o en un sofá es con la espalda recta y bien apoyada en el respaldo, sin cruzar las piernas ni girar la cabeza ni el cuello, Si deseamos estirar las piernas, lo más conveniente es usar un reposapiés que sea de la misma altura que el asiento del sofá.
-Coger cosas del suelo doblándonos hacia delante. La forma correcta de agacharnos es flexionando las rodillas y quedándonos en cuclillas, sin inclinar la espalda; o doblando una pierna y apoyando la rodilla de la otra en el suelo para bajar. Es un movimiento que debemos poner en práctica no solo para recoger objetos sino también al poner la lavadora o el lavavajillas.
-Manipular mal las cargas. Al coger un peso, debemos levantarlo suavemente (sin moverlo de forma rápida o brusca), manteniendo la espalda derecha. Igualmente, procuremos no efectuar giros, y mantengamos la carga pegada al cuerpo durante todo el levantamiento. Además, debemos repartir el peso entre los dos brazos siempre que sea posible.
-Dormir boca abajo y con la cabeza ladeada. Las contracturas son una consecuencia directa de dormir boca abajo porque impide que tu columna y cervicales queden alineadas. Dormir boca abajo genera tensión entre ambas zonas debido a la presión ejercida por el cuerpo, además de dificultar la respiración.