Cuidado con la cibercondría, la obsesión por creer lo que aparece sobre salud en internet

Hasta ahora puede que solo hayamos escuchado la palabra hipocondría que se refiere a esa preocupación un tanto obsesiva por la salud que hace que se tenga tendencia a exagerar los síntomas o a creer, erróneamente, que podemos sufrir una enfermedad. En el mundo digital en que ahora vivimos y nos movemos, se ha dado un paso más y ya conocemos lo que se conoce con el nombre de cibercondría.

Se trata de esa misma ansiedad relacionada con la salud, pero en este caso haciendo caso a toda la información que aparece en cualquier página de internet. Una práctica peligrosa que hace que estas personas se crean todo lo que leen en las redes hasta tal punto que llegan a pensar que tienen una patología grave.

¿Quién no ha buscado alguna vez información en la red para identificar sus síntomas? Sin embargo, no conviene hacerlo usando internet como la primera y única opción para informarse sobre temas de salud.

“Internet es un arma de doble filo y así lo hemos querido transmitir. Puede ayudar mucho, pero también ofrece demasiada información y para gente que no tenga los conocimientos o el entrenamiento adecuado puede ser muy difícil distinguir lo que es fiable de lo que no”, como explican desde el Hospital Vall d'Hebrón (@vallhebron). 

Y es que, comparar esos síntomas que se puedan detallar en esa web con los que esa persona tenga, reales o imaginarios, genera una situación de ansiedad al preocuparse alarmantemente por una enfermedad que puede que ni siquiera padezca. 

La complicada relación entre médico y paciente cibercondríaco

Lo lógico y normal es acudir al médico cuando no nos encontramos bien. Será ese especialista el que, con las pruebas pertinentes, determine el diagnóstico correcto. Sin embargo, en ocasiones, la visita al médico por parte de estas personas que padecen ese trastorno de cibercondría puede ser un tanto complicada. 

Un paciente cibercondríaco suele desconfiar y poner en duda todo lo que el médico le cuenta acerca de la existencia, o no, de una posible afección. Estas personas se aferran a lo que han leído en internet y extrapolan esos síntomas a su propio organismo; cuando puede que incluso ni los tengan. 

El peregrinaje de médico en médico suele ser muy habitual en el caso de estos pacientes hasta encontrar a aquel profesional que, a su juicio, le entiende. ¿Cómo actuar entonces ante estas personas que padecen cibercondría?

• Hay que establecer una buena relación médico-paciente para generar un clima de confianza. Mostrarse empático con esa persona, escuchar sus dudas o preguntas e intentar resolvérselas de la forma más clara posible, como explican los profesionales antes mencionados.
• Hacerle ver al paciente que esos síntomas puede que no se deban a una enfermedad grave y que no todas las personas reaccionan de la misma manera a esa señales de salud. 
• Es importante explicarle que ese autodiagnóstico puede derivar en que esa persona se automedique por su cuenta y riesgo. Algo que puede desencadenar, esta vez sí, en problemas de salud importantes.