Teresa Rey
Preguntas
Cómo afectan los fuegos artificiales a los oídos de las personas mayores
Para evitar que estos productos nos perjudiquen, hay de alejarse al máximo de la fuente de ruido
Los fuegos artificiales o petardos forman parte de muchas de las fiestas nacionales, y aunque se integran en un espectáculo agradable en la mayoría de los casos, ¿nos hemos preguntado si nuestros oídos pueden sufrir con ellos? Según la Organización Mundial de la Salud más de 300 millones de personas en el mundo sufren pérdida auditiva discapacitante y la mitad de los casos se podrían evitar con prevención. Y en estas situaciones también hay que ser cuidadosos, sobre todo, en niños y personas mayores que tienden a padecer acúfenos.
Alejarse de la fuente del ruido
Los petardos pueden alcanzar en algunos casos los 120 decibelios, mientras que los fuegos artificiales entre los 130 y 140 dB, o puede que más. Y algunos expertos aseguran que escuchar sonidos que superen los 85 dB, al menos durante un tiempo prolongado, ya puede causar efectos negativos en los adultos.
Entre las recomendaciones del “Decálogo de Cuidados del Oído”, de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC @SEORLCCC), está la de intentar mantenerse alejados de ruidos impulsivos como los de petardos y fuegos artificiales o similares como los de los disparo, por ejemplo.
Según las directrices establecidas por la directiva europea, lo que se permite en función del tiempo y el volumen a la hora de exponernos al ruido es escuchar música en el reproductor a 95 dB durante 15 minutos al día como máximo. Además, el tiempo de exposición a estos aparatos incluidos los teléfonos móviles se debe limitar a 40 horas semanales en el caso de 80 db y a solo cinco horas a la semana si subimos a 89 db.
Aparición de pitidos
Durante la explosión de estos productos propios de los eventos festivos la mejor manera de prevenir posibles daños es permanecer lo más lejos posible de la fuente donde se origina el ruido y estar en espacios abiertos. Esto es así porque cuanto más cerca estemos más pueden sufrir nuestros oídos. El síntoma más inmediato que sentiremos será un pitido o zumbido en el momento o al día siguiente. Es lo que se llama tinnitus o acúfeno. A este trastorno están más expuestas las personas mayores, por este motivo es importante que se resguarden de este tipo de ruidos.
En general, esta circunstancia no tiene que empeorar. Ahora bien, el problema grave se puede presentar sobre todo cuando la exposición a varios sonidos estruendosos o explosiones se produce durante 30 ó 45 minutos o más, en cuyo caso el acúfeno o pérdida de audición puede prolongarse hasta 72 horas, según explica Carlos Stott, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.