Teresa Rey
Preguntas
Así funciona la vareniclina en los mayores que quieren dejar de fumar
Este principio activo bloquea los efectos placenteros que produce la nicotina en el cerebro
El Gobierno anunció hace unos días que a partir del 1 de enero de 2020 va a financiar uno de los medicamentos que se prescriben para dejar de fumar. Este fármaco se llama Champix y se basa en un principio activo llamado vareniclina. Junto con la terapia sustitutiva con nicotina (chicles, parches, caramelos, inhaladores y aerosol) y el bupropion, constituye un tratamiento farmacológico con efectividad demostrada.
Control médico
Todos estos tratamientos utilizados en dosis y en un tiempo estándar son capaces de duplicar y hasta triplicar las posibilidades de dejar de fumar, aseguran desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
En el caso de la vareniclina, hay que destacar que no puede administrarse si no es bajo el control de un médico, aunque esto es algo que también ocurre con las otras terapias. El tratamiento dura doce semanas, de modo que a las cuatro semanas de ingerirlo las posibilidades de dejar de fumar se multiplican por dos y a las ocho semanas por cinco, según el laboratorio que lo comercializa.
Los expertos aseguran que se debe hacer un seguimiento para ver cómo va funcionando y es necesario también que haya detrás un apoyo psicológico, ya que esto incrementa las posibilidades de éxito. En un principio es un medicamento apto para cualquier persona de cualquier edad, aunque los mayores que se están tomando otros fármacos o tengan otros problemas de salud deben informar como siempre al médico.
Cómo actúa
La vareniclina actúa bloqueando los efectos placenteros que produce la nicotina en el cerebro y, a la par, reduce la ansiedad que se produce por el síndrome de abstinencia. Como todo medicamento, presenta efectos secundarios y de estos nos tiene que informar el profesional de la salud.
Las tasas de éxito están en torno al 40% seis meses después de la administración del fármaco, un porcentaje que también coincide con la aplicación de productos de terapia sustitutiva. Desde la Separ se han mostrado conformes con esta medida, porque dentro de sus propuestas siempre se ha contemplado esta opción, ya que está comprobado que alrededor del 75% de los fumadores que dejan de fumar de forma voluntaria sin ningún apoyo farmacológico no lo consiguen, ya que la fuerza de voluntad no es suficiente en estos casos.