Cómo identificar una adicción y de qué forma afecta a los mayores

Cuando se habla de adicción generalmente se tiende a pensar en el consumo de drogas, pero desde el punto de vista psicológico existen muchos tipos. De hecho, esta puede aparecer en el momento en el que cualquier cosa por la que tenemos una predilección especial comienza a convertirse en una dependencia. Esto quiere decir que todo gira en torno a esa necesidad y que esta se convierte en una prioridad que rige nuestras vidas más allá de lo que se considera como normal.

Riesgo en personas mayores

La adicción provoca una serie de manifestaciones fisiológicas y conductuales hacia el consumo de una sustancia determinada o una actividad. El cerebro no funciona bien por este motivo y su bioquímica se ve alterada, dicen los expertos. Esto hace que el individuo no actúe con normalidad porque depende de aquello que él ha llegado a convertir como algo vital en su vida, de modo que su salud física y mental se ven afectadas, e incluso puede perjudicar a su ámbito social y laboral.

En algunos casos la detección de la adicción es muy compleja, sobre todo en personas que viven solas o mayores, ya que muchas veces el propio afectado no es consciente de su problema y es el propio entorno familiar el que primero lo percibe. En el caso de las personas mayores esta situación puede producirse por algún cambio importante en sus vidas como el hecho de perder a su pareja o la jubilación.

Una adicción puede provocar trastornos como ansiedad, cefaleas o taquicardias, entre otros. También quienes la padecen pueden mostrarse más irritables y con cambios de humor frecuentes. En ocasiones, estas personas acuden a un experto cuando ya tienen complicaciones en su situación económica. La detección a veces resulta complicada, y es por ello que en el caso de tener sospechas de esta situación es necesario acudir a un especialista.

Tipos de adicciones

Existen varios tipos de adicción, además de a las drogas y otras sustancias legales o ilegales se puede generar una fuerte dependencia a determinados medicamentos. Los que se destinan para relajarnos o para dormir son los más conocidos. Se sabe que muchos psicofármacos producen dependencia psicológica y física, por eso cuando se retiran los facultativos lo hacen de una manera progresiva. Igualmente, tampoco se recomienda ingerirlos de forma voluntaria, es decir, sin una prescripción médica.

La adicción al sexo también es habitual. En estos casos, muchas veces los individuos buscan olvidar sus problemas a través de relaciones pasajeras donde este tipo de vínculo es la principal forma de evadirse para ellos.

En la sociedad actual ha surgido una nueva forma de dependencia que es la de las nuevas tecnologías. En este aspecto hay muchas modalidades, no solo hablamos de las redes sociales, y esa necesidad obsesiva de ofrecer una imagen irreal de nuestras vidas, también el hecho de mantener relaciones personales solo por medio de lo virtual o el consumo pornográfico a través de internet.

En el momento actual, el consumismo está a la orden del día, por lo que hay personas que se vuelven adictas a las compras. Lo mismo ocurre en algunos casos con el trabajo o con el juego, un trastorno que está identificado como ludopatía.