Teresa Rey
Preguntas
Cómo y por qué aparecen aftas o llagas en la boca
Pueden surgir en los labios, en el interior de las mejillas, bajo la lengua o tras la garganta
Cuando nos aparece una llaga molesta en los labios, dentro de las mejillas, debajo de la lengua o detrás de la garganta, entonces tenemos lo que se conoce como un afta bucal. Su apariencia es redonda u ovalada, de tono blancuzco amarillento y está rodeada de un halo rojizo, además suele ser dolorosa. Antes de surgir, se siente un picor en la zona hasta que, en el periodo de uno a tres días, se ve definitivamente la erupción.
Orígenes de las aftas
Estas llagas pueden aflorar de forma independiente o varias a la vez. En cuanto a sus causas, no se saben con exactitud, pero se cree que puede ser una reacción frente a algunas bacterias que anidan en la boca, falta de vitaminas (como la B6 o la B12, entre otras), estrés o alergias alimentarias, explican desde la Clínica Universidad de Navarra (@ClinicaNavarra).
También pueden tener un origen traumático, es decir, a consecuencia del uso del propio cepillo dental o prótesis dentales, de tomar comidas o líquidos calientes, mordeduras involuntarias en los labios o lengua, etcétera.
Generalmente, se van de forma espontánea en unos sietes días, de modo que no hay un tratamiento específico para las mismas. Ahora bien, si se prolongan durante demasiado tiempo o se repiten con frecuencia, debemos acudir al médico, pues tal vez exista algún problema adicional que deba ser analizado.
Calmar el dolor
El principal inconveniente de las aftas es que provocan dolor y son incómodas, de modo que como no hay un tratamiento concreto para eliminarlas, lo que se hace normalmente es recurrir a algún producto como, por ejemplo, enjuagues bucales o medicamentos que calmen la inflamación o el dolor, como pueden ser los analgésicos. Los colutorios empleados han de contener lidocaína y se tienen que realizar enjuagues varias veces al día, los que nos indique el médico.
Entre los fármacos que se pueden administrar están los anestésicos, antiinflamatorios tópicos o costicosteroides en forma de tabletas, que se disuelven en la boca, o geles. Si es necesario. se puede llegar a cauterizar la llaga con una sustancia química que se emplea específicamente para tratar aftas y problemas de encías.
Entre las medidas que podemos adoptar para calmar el dolor, destaca el no acudir a comidas picantes o alimentos ácidos que lo estimulen, aplicar hielo en la zona y lavarse la parte afectada con cuidado y un cepillo suave que no la altere.