Ruth Macarrón
Preguntas
¿Cómo puedo saber si tengo intolerancia a la lactosa?
Análisis de sangre, tests y otras puebas para diagnosticarla
Algunos síntomas digestivos pueden hacernos suponer que los lácteos no nos sientan bien. Aunque lo más normal es que las alergias e intolerancias comiencen en la primera infancia, es cierto que en ocasiones pueden aparecer más tarde, o no ser detectadas hasta la madurez. Te contamos cómo se puede diagnosticar.
¿Alergia o intolerancia a la lactosa?
Para digerir la lactosa, un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros lácteos, necesitamos una enzima llamada lactasa. Cuando nuestro intestino delgado no produce suficiente lactasa comienzan los problemas gástricos que caracterizan la intolerancia a lactosa: gases, distensión abdominal, diarrea o náuseas. Normalmente, los bebés no tienen problema para digerirla porque son capaces de producir lactasa abundantemente, pero según van pasando los años y nos convertimos en adultos, puede que vayamos perdiendo la capacidad de generarla. Algunas razas son más propensas a sufrirla, siendo la asiática la que más problemas suele tener (y por ello no suelen tomarla tan habitualmente como hacemos en Europa)
Según la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos, la alergia a la leche es una de las que más errores de clasificación da. Además de la intolerancia, algunas personas presentan alergia a los lácteos (normalmente, a las proteínas de la leche de vaca), y sus síntomas pueden ir desde los cutáneos (dermatitis) a los digestivos (vómitos) y respiratorios. Por su cuadro, este tipo de alergias se suelen detectar en la primera infancia.
¿Existen pruebas de intolerancia a la lactosa?
Ante la sospecha de ser intolerante a la lactosa, debes acudir a tu médico de cabecera o a un especialista en alergias o en aparato digestivo. Existen varias pruebas para determinar la intolerancia o la alergia, aunque la más común es la que toma una muestra de sangre después de haber ingerido un vaso de leche, para comprobar los niveles de azúcares de nuestro organismo. Otras pruebas que se realizan son el test de hidrógeno en la respiración, test de acidez de las heces o la biopsia de intestino delgado, para comprobar la presencia o no de lactasa en la mucosa intestinal.
No es recomendable eliminar los lácteos por tu cuenta, puesto que son una fuente de calcio y vitaminas muy importantes. Si finalmente descubres, tras hacerte las pruebas pertinentes, que eres intolerante, tendrás que sustituirlos por otros suplementados con lactosa, según las recomendaciones de tu médico.