Conoce las propiedades de la tagatosa, el edulcorante para diabéticos y personas con sobrepeso

La tagatosa es un edulcorante relativamente novedoso, ya que lleva un tiempo en el mercado aunque no es tan conocido como otros. Está indicado en personas con diabetes o que presentan obesidad. Es igual de dulce que la sacarosa y se obtiene a partir de la lactosa (presente en la leche) a través de un proceso químico. Algunos estudios aseguran que es una alternativa al azúcar para personas con sobrepeso –ya que “engorda menos”–, diabetes tipo 2 y quienes poseen un alto nivel de colesterol.

Sustancia segura

La D-tagatosa está aceptada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) como edulcorante al que califica además como una sustancia "generalmente reconocida como segura" (GRAS). Eso quiere decir que hay base científica suficiente para catalogarla de este modo y tiene un largo historial de uso en alimentos que generalmente se consideran seguros.

Un estudio realizado por la Universidad de San Sebastián (Chile), ha demostrado que la tagatosa tiene un efecto hipoglucemiante, es decir, disminuye los niveles de azúcar en sangre y ayuda a regular el metabolismo de insulina y glucosa. Se trata, por tanto, de un edulcorante que se puede recomendar como aditivo en productos dietéticos a pacientes con insulino-resistencia, diabéticos, personas con sobrepeso y/o síndrome metabólico.

José Luís Sambeat, médico experto en diagnosis de la obesidad, asegura que esta sustancia la pueden consumir las personas diabéticas pues solo es absorbida por la sangre en un 20 o 25%, de modo que contribuye a una menor llegada a azúcar al torrente sanguíneo y así es menor la cantidad de insulina necesaria para metabolizarla.

Otros beneficios

También determinados estudios le atribuyen cualidades antioxidantes, ya que compensa daños oxidativos producidos por exceso de hierro o  por ciertos medicamentos como algunos antibacterianos que se recetan contra las infecciones de vías urinarias.

Tal y como explica el doctor Sambeat, hay investigaciones que muestran que la parte de este endulzante que no se puede absorber por el intestino delgado, llega al grueso donde las bacterias intestinales se nutren de él favoreciendo el que fabriquen compuestos metabólicos como el butirato, que entre otras cosas, actúa como antiinflamatorio en esta zona.

Al mismo tiempo, como la tagatosa se absorbe en menos cantidad es más difícil saturar el hígado, de modo que este no generará un exceso de colesterol. El experto indica que el consumo inapropiado de azúcares propicia una saturación de este órgano y como consecuencia fabrica más colesterol que finalmente pasa a la sangre, situación que no se daría con este aditivo.