Teresa Rey
Preguntas
Cuáles son las enfermedades relacionadas con la ateroesclerosis
En función de las arterias afectas las complicaciones varían; una de las más conocidas es el infarto
La ateroesclerosis es una enfermedad que se forma por la acumulación de colesterol, grasas y otras sustancias en la sangre. Esto puede desembocar en la obstrucción de alguna de las arterias que recorren nuestro organismo de modo que la circulación sanguínea se vea afectada con consecuencias distintas. Dependiendo de las arterias afectadas, las complicaciones o enfermedades que surgen son diferentes. Algunas de las más conocidas son el infarto de miocardio o el accidente cerebrovascular o ictus.
Arterias coronarias
Cuando este fenómeno se produce en las arterias que están cerca del corazón es cuando aumenta el riego de sufrir angina de pecho, ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca. El que se desarrolle un episodio u otro dependerá de la posición de la arteria obstruida y el grado de estrechamiento de la misma.
Arterias Carótidas
Estas suministran sangre al cerebro. De modo que si poseen algún impedimento para que sea así es posible padecer un accidente isquémico transitorio, que es cuando el flujo de sangre se detiene por un breve período de tiempo, o en casos más graves puede desencadenarse un ictus.
Brazos y piernas
Si las arterias que recorren los brazos y las piernas se estrechan, lo más probable es que se manifiesten problemas de circulación en ambas extremidades. En estos casos se habla de enfermedad arterial periférica. Es posible sentirse más sensible al frío o al calor y en casos muy extremos esta circunstancia genera la muerte de los tejidos y en consecuencia una gangrena.
Riñones
En el caso de que las venas que llegan a los riñones se hagan más pequeñas, la sangre no llegará lo suficientemente oxigenada a estos. Ello puede ocasionar problemas en la función renal y producir dificultades en la eliminación de las sustancias nocivas del cuerpo. Al final, se podrá llegar a padecer enfermedad renal crónica.
En cualquier zona
A veces ocurre que la ateroesclerosis provoca una protuberancia en la pared de la arteria. Como consecuencia se genera un aneurisma. Es posible que no se presente ningún síntoma, pero si aparece dolor y pulsación en la región donde se halla, hay que acudir con urgencia al médico. Si se rompe acontece un sangrado interno que puede ser peligroso, y aunque esto suele suceder de forma espontánea en algunas situaciones la filtración podría ser lenta. Y al mismo tiempo, un coágulo de un aneurisma puede desprenderse y afectar a una arteria lejana.