Teresa Rey
Preguntas
Cuáles son las principales causas de la mala calidad del sueño en las personas mayores
Al envejercer, ciertas funciones del organismo se modifican y esto influye a la hora de dormir
Las personas mayores en general suelen tener una peor calidad del sueño por diversos motivos asociados al paso del tiempo. Lo cierto es que al envejecer las funciones del organismo se ven alteradas y es por ello que el sueño también. Así por ejemplo, el sueño ligero aumenta y por el contrario el lento disminuye, y los ciclos vigilia-sueño también se alteran. Ahora bien, no siempre sucede a las mismas edades y al mismo tiempo, pues a veces ocurre que la edad cronológica no coincide con la biológica y esto hace que los trastornos aparezcan en distintos momentos de la vida de las personas mayores.
Los horarios irregulares
Se ha llegado a plantear si realmente a partir de cierta edad se necesitan menos horas de sueño, pero algunos estudios aseveran que estas son las mismas que en la juventud, solo que a medida que se cumplen años se distribuyen de otra manera. Así, lo que ocurre normalmente es que por la noche se producen más periodos de vigilia y a lo largo del día se dan situaciones de siesta y somnolencia. Este es por tanto uno de los motivos por el que por las noches los mayores se despiertan con más frecuencia y también por el que sean los más madrugadores.
Al final, teniendo en cuenta el conjunto de estas circunstancias, la conclusión es que a pesar de estar más tiempo echados realmente estas intermitencias inciden negativamente en el número total de horas que duermen. Y es por ello que no llegan a cumplir con los requerimientos necesarios.
Del mismo modo, influyen varios aspectos, según indican desde la Sociedad Española de Geriatría o Gerontología (@seggeriatria). Por ejemplo, este grupo poblacional suele tener unos horarios irregulares lo que incide negativamente en los hábitos de higiene del sueño, es decir, no mantener una hora fija para levantarse o acostarse repercute negativamente al dormir.
Sedentarismo o jubilación
La falta de actividad a lo largo del día y el sedentarismo son también factores que intervienen directamente en la mala calidad del sueño de los mayores. La medicación y un mal uso de la misma influyen de igual modo.
La adaptación a las nuevas circunstancias de la vida como la jubilación o el haber perdido a un ser querido, pueden ser determinantes a la hora de dormir, sobre todo, en el momento de conciliar el sueño.
Luego influye igualmente si se padecen determinados trastornos asociados como es el caso del Síndrome de la Apnea del Sueño que se incrementa normalmente con la edad, entre otros.