¿Cuánto tiempo debes esperar para lavarte los dientes tras haber comido?

Desde pequeños nos han inculcado que después de cada comida debemos lavar nuestros dientes para evitar la aparición de caries y otras enfermedades. Y estaban en lo cierto, pues el cuidado de la salud bucal es fundamental no solo para mantener tu dentadura sana y salva durante mucho más tiempo, aunque no lo creas, esta zona tiene una relación estrecha con el resto del cuerpo. Por ejemplo, los problemas de encías están asociados a un mayor riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y respiratorias.

Además, lucir unos dientos blancos y brillantes mejora sobremanera tu imagen personal, al evitar las temidas caries, las manchas oscuras y, por supuesto, el mal aliento, provocado en el 90% de los casos por la falta de higiene. Sin embargo, muy pocas personas cumplen con esa regla no escrita, ya sea por pereza, por comer fuera de casa o por un despiste involuntario. 

No obstante, algo que nunca nos hemos planteado es el tiempo que debemos esperar para lavar nuestros dientes después de cada comida. ¿Debe ser de inmediato o debemos dejar que pasen unos minutos para hacerlo? Por fin hoy salimos de dudas.

Deja a tus dientes 30 minutos de margen

Tal y como aconsejan diversos expertos, lo mejor es esperar alrededor de media hora antes de cepillar nuestros dientes y eliminar los restos de comida. ¿El motivo? Cuando ingerimos alimentos, especialmente si estos son ácidos, el pH de la boca suele disminuir, aumentando también la acidez, por lo que tu dentadura está mucho más sensible y desprotegida. De hecho, esta situación provoca la desmineralización del diente, su erosión e incluso un desgaste acelerado del mismo.

Si en ese momento inicias la limpieza, lo más seguro es que extiendas el ácido por toda la boca, lo que incrementará su impacto negativo. Por lo tanto, lo más recomendable es esperar 30 minutos después de cada comida para permitir que el ácido se neutralice y así dejar tus dientes relucientes sin peligro alguno.

Pero que no cunda el pánico, si no soportas esa sensación de suciedad en tu boca, existen algunas alternativas para rebajar sus efectos sin recurrir al cepillado. Por ejemplo, si masticas chicle después de comer, aumentas la producción de saliva, lo que a su vez ayuda a recuperar el equilibrio. También puedes usar enjuage bucal, que ejerce la misma función.