La ecocardioscopia, una prueba complementaria de la exploración cardiaca
No sustituye a un estudio ecocardiográfico reglado, pero aporta información sobre el corazón
La ecocardioscopia es una técnica que emplea ultrasonidos para obtener imágenes del corazón y que permite mejorar una exploración cardiaca convencional. Se puede emplear como un complemento de la misma. La realizan cardiólogos o profesionales con la suficiente formación y competencias para utilizar esta técnica, explican desde la Sociedad Española de Cardiología (SEC @secardiologia).
La intención de esta prueba es obtener una respuesta a unos problemas concretos, de modo que “debe de integrarse en el árbol de toma de decisiones y, además, orientar al clínico en el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes”, según se especifica en el 'Documento de consenso de SEMI (@Sociedad_SEMI) , semFYC (@semfyc), SEN y SEC sobre ecocardioscopia en España'.
No es un sustituto del ecocardiograma convencional
Este método no sustituye al ecocardiograma convencional y se suele usar en situaciones muy específicas. Por ejemplo, en casos de disnea (dificultad para respirar) o dolor torácico, entre otros. Es además una prueba a la que se recurre en urgencias, ante un paciente en estado crítico o que, en un principio, no presenta síntomas. En general, lo que permite al profesional de la salud es una mejora de la orientación diagnóstica y no suele durar mucho tiempo.
Dado que este sistema no sustituye a un estudio ecocardiográfico reglado, el paciente debe recibir información de lo que implica esta primera exploración y de la posibilidad de ampliarlo con un electrocardiograma. De hecho, en el documento de consenso citado se indica que, en el caso de detectar anomalías que puedan hacer sospechar de una cardiopatía de importancia o si los resultados no son concluyentes, es recomendable completar el análisis con una ecocardiografía reglada.
¿Qué aporta?
Gracias a la ecocardioscopia se pueden ver distintos aspectos relativos al funcionamiento de los ventrículos derecho e izquierdo del corazón, estimar la dimensión de las cavidades torácicas, alteraciones valvulares, información sobre elementos de la vena cava inferior, trombos, signos de disección aórtica y otros aspectos relativos al estado del corazón.
Mientras se obtienen las imágenes, el médico que realiza la prueba se mantiene en contacto con un laboratorio ecocardiográfico, con el que consulta aquellas que producen problemas diagnósticos.
En definitiva, según los expertos, este sistema es muy útil a la hora de hacer una valoración diagnóstica en personas con enfermedades cardiovasculares “como complemento de la exploración física. Además, sirve para la estratificación pronóstica y el seguimiento de los pacientes”. Usada de forma debida y teniendo en cuenta sus limitaciones, es una herramienta beneficiosa para estos.
