Preguntas

¿En qué consiste el tratamiento inmunosupresor y las patologías en las que se utiliza?

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Martes 25 de junio de 2019

3 minutos

Resulta esencial en el trasplante de órganos y se emplea en numerosas enfermedades autoinmunes

En qué consiste el tratamiento inmunosupresor y las patologías en las que se utiliza
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Martes 25 de junio de 2019

3 minutos

Al hablar de medicamentos inmunosupresores nos estamos refiriendo a la acción del tratamiento que vamos a recibir, ya que se refiere al conjunto de fármacos que provocan la inhibición de la respuesta del sistema inmune. Algunos de estos medicamentos son ciclofosfamida, azatioprina, metotrexato, micofenolato o ciclosporina. El tratamiento inmunosupresor resulta esencial cuando se realiza un trasplante de órganos, para evitar el rechazo del mismo. Y a su vez se emplea en otras muchas enfermedades autoinmunes como vasculitis, artritis reumatoide, Enfermedad Inflamatoria Intestinal (que engloba la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn), psoriasis o lupus eritematoso sistémico.

Los antígenos

El sistema inmunitario tiene sus propios mecanismos de defensa, de modo que cuando se introduce en el cuerpo elementos extraños o antígenos pone en funcionamiento anticuerpos para destruirlos. Si el sistema inmunológico presenta alguna alteración los anticuerpos no distinguen entre los antígenos y las propias células y tejidos, por lo que acaban atacando también a estos últimos.

La mayoría de los inmunosupresores lo que hacen por tanto ante esta situación es impedir la activación o proliferación de linfocitos, que son las principales células que se generan para defender al organismo de los agentes extraños. También puede haber otros mecanismos de acción, pero este suele ser el tratamiento más empleado, según los expertos.

En definitiva con este tratamiento lo que se persigue es disminuir la eficacia y potencia de nuestras defensas para reducir una inflamación o en el caso de un trasplante evitar su rechazo. De este modo, se ejerce un mayor control de la enfermedad, se previenen brotes y en algunos casos se puede reducir la administración de corticoides.

Últimos avances en trasplantes de órganos (Bigstock)

Posibles efectos adversos

Como todos los medicamentos estos también tienen sus efectos secundarios. Su principal desventaja es que al debilitar el sistema inmune podemos estar más expuestos a infecciones. Los más frecuentes son vómitos, náuseas o diarreas e incluso aftas. En algunos casos se pueden dar reacciones alérgicas, y para hacer un seguimiento del paciente en ocasiones se recomienda hacer analíticas recurrentes con el fin de prevenir leucopenias (reducción del recuento total de leucocitos o glóbulos blancos en sangre).

Al mismo tiempo, se habla de que los tratamientos inmunosupresores podría aumentar el riesgo de linfoma o del aumento de ciertos tumores. Algunos expertos aseguran que la posibilidad de que esto suceda es muy baja aunque ya que todo depende del tipo de enfermedad que se tenga y el tratamiento que recibamos, así como su duración.

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Teresa Rey

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