Mariola Báez
Preguntas
¿Qué se tiene en cuenta a la hora de encontrar un órgano compatible en un trasplante?
El pasado 2019, España rozó los 5.500 trasplantes realizados, siendo los renales los más numerosos
Son los últimos datos que ha dado a conocer la Organización Nacional de Trasplantes (@ONT_esp), que confirman que nuestro país sigue siendo líder mundial en donaciones y trasplantes, con un crecimiento respecto al año anterior del 2,5% y con 48,9 donantes por cada millón de población. En total, se realizaron en España 3.423 trasplantes renales, 1.227 hepáticos, 419 de pulmón, 300 cardiacos, 76 de páncreas y cuatro de intestino. Pero, ¿cómo se lleva a cabo todo este proceso?
¿Cómo se encuentra un órgano compatible?
Para que los trasplantes sean una realidad, el primer requisito es la generosidad de aquellas personas que, de manera altruista, deciden hacerse donantes. En este sentido, el último informe publicado señala que más de la mitad de las personas inscritas como donantes supera los 60 años, un 32% tiene más de 70 y un 8,5% rebasa los 80.
El segundo lugar, hay que encontrar el órgano que reúna las condiciones idóneas para que la persona que lo necesita pueda recibirlo en condiciones óptimas, de manera que su organismo no lo rechace.
Hoy en día, los trasplantes son una técnica médica con un alto grado de desarrollo que se realiza con todas las garantías, obteniendo resultados satisfactorios en la mayoría de los casos, en los que resulta imprescindible sustituir un órgano dañado o que ya no funciona correctamente en una persona enferma.
Un amplio grupo de profesionales sanitarios trabaja para lograr que un órgano que se encuentra disponible llegue lo antes posible, a través del Sistema Nacional de Salud, a quien permanece en la lista de espera para recibirlo. Siempre partiendo de los principios de igualdad y equidad, son los criterios clínicos, entre ellos la compatibilidad entre el donante y el receptor, y la gravedad que pueda presentar un paciente los que determinan la realización del trasplante.
Generalmente, se intenta que un órgano generado en un área geográfica determinada sea trasplantado a una de las personas que esperan en esa misma zona, para reducir el tiempo transcurrido entre la obtención y el implante. Salvo en el caso de pacientes “urgencia 0” que, por su estado de gravedad, tienen prioridad en todo el territorio nacional.
¿Cómo se puede saber que el órgano es el adecuado para un paciente?
Antes de proceder a una intervención de este tipo, médicos y especialistas intentan confirmar la idoneidad del órgano para minimizar el riesgo de rechazo. Cada paciente es único y su enfermedad también presenta una situación y evolución concreta que, pese a haber realizado un exhaustivo tratamiento, siempre habrá que volver a valorar.
En el caso del trasplante de riñón, el más frecuente en España y también uno de los de mayor prevalencia entre la población adulta que sufre insuficiencia renal crónica, existen pruebas específicas que son determinantes para que el trasplante pueda realizarse con las suficientes garantías de éxito. La Fundación (ALCER Cáceres (@FNALCER) explica que a la hora de determinar la esencial compatibilidad entre un donante y un receptor se tienen en cuenta, además de las condiciones generales de la persona enferma, tres factores:
- Análisis de los grupos sanguíneos que, necesariamente, tendrán que ser compatibles.
- Estudio del Sistema de Antígenos Leucocitarios Humanos (HLA). Básicamente se trata de analizar una serie de proteínas que están presentes en la capa externa de determinadas células. Si las proteínas de las células de ese órgano presentan similitudes con las del receptor, la posibilidad de que el rechazo no se produzca, aumenta.
- Comprobación de la inexistencia de anticuerpos en la persona enferma que pudieran “atacar” a las células del nuevo riñón al considerarlo un cuerpo extraño. Es una compleja prueba llamada Cross-match o Prueba Cruzada, que resulta determinante en estos casos.
Además de estos tres exámenes básicos, se estudiarán las condiciones físicas generales y puede ser necesario algún tratamiento previo como una sesión de diálisis.
¿El riesgo de rechazo de un trasplante se incrementa con la edad?
En las últimas décadas, diversos estudios se han centrado en analizar los resultados del trasplante de riñón en adultos mayores. Las conclusiones apuntan a que actualmente no existen diferencias notables entre los casos de éxito en personas trasplantadas mayores de 65 años y otros pacientes más jóvenes.
Las nuevas técnicas quirúrgicas empleadas, en muchos casos basadas en la robótica y el estado general de salud (independientemente de la patología que se sufra) que puede presentar una persona a esa edad, hacen que el trasplante resulte seguro, aunque siempre teniendo en cuenta la individualidad de cada situación.
Entre esos estudios, el presentado por la Sociedad Española de Nefrología (@SENefrologia), en su 47 congreso celebrado en Burgos, señalaba que tras el seguimiento llevado a cabo en pacientes mayores de 70 años que habían recibido un riñón, los datos obtenidos apuntaban a que pese a que, en un principio, los pacientes presentaron más incompatibilidades, el rechazo agudo post trasplante fue notablemente inferior al experimentado por otros trasplantados más jóvenes.