Preguntas

¿Es bueno dormir sin almohada? Conoce los efectos de este hábito en tu salud

Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Jueves 5 de septiembre de 2019

3 minutos

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Verónica Mollejo

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Jueves 5 de septiembre de 2019

3 minutos

Aunque lo habitual es contar con la compañía de una cómoda almohada a la hora de dormir, son muchas las personas que se deshacen de ella durante el descanso nocturno. Un hábito que para ellos resulta la opción más confortable, pero que ¿afecta negativamente a su salud? Las opiniones de los expertos no pueden ser más variadas.

Por un lado, algunos profesionales aseguran que dormir sin almohada te ayuda a evitar el dolor de espalda, al descansar la columna siguiendo la curvartura natural del cuerpo; previene el dolor de cuello o puede alinear los huesos, pues normaliza la estructura ósea. Sin embargo, también alertan de que no todo el mundo está abierto a esta tendencia, pues ante todo debes sentirte cómodo y relajado.

Además, dormir sin almohada solo es posible para aquellas personas que están toda la noche boca arriba, se mueven poco y tienen una complexión pequeña. De lo contrarío, corren el riesgo de sufrir dolores musculares al inclinar ligerablemente el cuello durante tantas horas. No obstante, tal y como hemos dicho anteriormente, todo depende del individuo, su estado de salud y su comodidad. Bajo esta premisa, ¿cuáles son los supuestos inconvenientes de dormir sin almohada?

¿Es bueno dormir sin almohada?

En busca de la alineación del cuerpo y la espalda

Aunque algunos expertos consideran que esto se consigue prescindiendo de una buena almohada, otros defienden que para ello es necesario colocar una bajo la cabeza mientras dormirmos, para elevarla y que actúe como soporte del cuello. Y es que este es una zona del cuerpo donde conviven multitud de músculos, articulaciones y ligamentos, y que además soporta una gran presión durante el día. Por eso, es fundamental que el cuello también descanse por la noche para evitar problemas de salud de lo más molestos.

Por otro lado, también influye el uso de una almohada que se adapte correctamente a nuestras necesidades. La postura corporal que adoptamos durante el sueño, la edad, el peso o las afecciones relacionadas que puedas padecer son solo algunos de los factores que intervienen en dicha decisión.

Asimismo, para no correr riesgo alguno, lo mejor es que lo consultes previamente con tu médico de cabecera, el cual conoce a la perfección tu estado de salud. De hecho, en algunas ocasiones, se recomienda prescindir de la almohada debido a alguna desproporción inusitada, como le ocurre a los bebés, por ejemplo. Por eso, ante la más mínima duda, acude a un profesional que te aconseje qué hacer en tu caso.

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Verónica Mollejo

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