Teresa Rey
Preguntas
¿Es lo mismo tener la piel seca que poco hidratada?
El primer caso se refiere a un tipo de dermis y el segundo a una situación que suele ser puntual
El agua es un componente esencial del organismo, el 70% del mismo está formado por este líquido. Y este es también el principal elemento de la piel, el órgano más extenso del cuerpo, y el que nos protege de las agresiones externas. En el caso de que se produzca una pérdida de agua pueden ocurrir dos fenómenos, que la piel sea seca o que se encuentre deshidratada, ¿cómo diferenciar cada caso?
Piel seca
La piel seca es aquella que tiene menos grasa o menos cantidad de lípidos, y por ello se caracteriza por esta carencia de agua, es un tipo de piel. Mientras que la piel deshidratada se produce cuando se da una pérdida excesiva de esta sustancia, explican desde la Academia Española de Dermatología (AEDV), y puede darse en todas las clases de piel.
La parte interna de la piel, la dermis, posee un 70% de contenido acuoso, mientras que la más externa, la epidermis, solo dispone entre un 10-15%. Esta última posee unos 20 estratos de células epidérmicas, que son las que impiden la deshidratación del organismo y la entrada de sustancian externas. Si ese porcentaje disminuye, es cuando tiene lugar la piel seca o xerosis cutánea.
En este caso, observaremos que nuestra piel se muestra más áspera y frágil, de forma habitual. También suele estar más expuesta a eccemas o infecciones, y posee una mayor tendencia a presentar arrugas. La sequedad cutánea puede deberse a causas fisiológicas o patológicas, pero de igual modo a acciones externas como la exposición solar, agentes químicos o ciertos medicamentos, entre otros.
Piel deshidratada
La piel con una hidratación insuficiente se produce cuando no alcanza el 10% del contenido hídrico en el estrato córneo, explica la experta Leire Azcona en el documento Hidratantes y reafirmantes corporales. Acción integral. La epidermis también se ve afectada y en general se aprecia una piel con ausencia de extensibilidad, tirante y con tendencia a descamarse. Es una situación temporal que puede afectar a todos los tipos de piel.
Se debe principalmente a causas externas, como condiciones climatológicas externas extremas, el viento, el sol, una higiene excesiva, algunos jabones, fármacos o el desempeño de algunas profesiones, etcétera.
Cómo hay que actuar
En ambas situaciones es necesario recurrir a cremas hidratantes. En el caso de tener siempre una piel seca, lo ideal es utilizar formulaciones que esté destinada a esta tipología. Suelen contener agua, algún aceite mineral, propilenglicol y concentraciones mayores de lanolina o vaselina, junto a otras sustancias.
Si es temporal, deberás adquirir alguna presentación destinada a nutrir y arreglar ese problema esporádico. Los dermatólogos recomiendan usar el producto todos los días, y que sea un producto adecuado a la época del año y con una textura que se adapte a tu tipo de piel.